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La Página de Bedri
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Kiwi

¿Qué es el kiwi?

El kiwi o actinidia (Actinidia deliciosa) es una planta trepadora originaria del sur de China, de las laderas del Himalaya, que se cultiva en muchas regiones templadas por su fruto comestible. El nombre kiwi le fue otorgado en Nueva Zelanda, posiblemente por una remota similitud de aspecto entre el fruto cubierto de vellosidades y el ave kiwi. Éste es pequeño, oval, con piel delgada de color verde parduzco y superficie vellosa. La pulpa es de color verde característico y con diminutas semillas dispuestas entorno a un corazón blanco. Ciertas personas le tienen alergia, sobre todo a su piel.

Es una especie de sexos separados, en que la polinización requiere la participación de insectos; en las plantaciones usualmente se distribuyen colmenas de abejas para cumplir esta tarea.

Origen y distribución geográfica

El kiwi se trata de una planta trepadora originaria de las montañas de China. Su cultivo se extendió con fuerza hacia el resto del mundo donde por los años 70, Estados Unidos llegó a alcanzar una notable producción. A principios de siglo XX fue domesticada en Nueva Zelanda y por los años 80 ya era un cultivo de gran interés en Brasil.

Actualmente se va despertando gran interés en el cultivo de kiwi debido a los buenos resultados alcanzados en cuanto al potencial productivo y en cuanto a la calidad de sus frutos.

Los países pioneros en producción de kiwi son: Italia, Nueva Zelanda y Chile. En Brasil hay alrededor de 500 ha plantadas distribuidas por los estados de Paraná, Río Grande y Santa Catarina.

Nueva Zelanda, Brasil, Italia y Chile, son los principales países productores. Algunas de las variedades más importantes son: Kaquiara II y MG-6, de agradable sabor y pulpa verde esmeralda y, en España, la variedad Actinidia deliciosa, procedente de la Hayward. Otras variedades menos importantes por el pequeño tamaño de sus frutos son: Monty, Abbot, Bruno, Kramer, Blake, Tomuri y Matua.

La introducción de esta fruta en Nueva Zelanda, tuvo tal éxito que se le asignó el nombre de kiwi, dada su semejanza con el cuerpo de una ave no voladora llamada así y que figura en el emblema nacional. Existen variedades en las que los frutos están desprovistos de vellosidades.

Clasificación científica

Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Ericales
Familia: Actinidiaceae
Género: Actinidia
Lindl.
Especie: A. deliciosa
Nombre binomial
Actinidia deliciosa

Morfología y taxonomía

Hojas: Alternas, simples, largas redondas y caducas. La parte superior de la hoja presenta un intenso color oscuro y el envés de color verde más claro, con tonos marrones y presencia de vellosidades. El limbo tiene el borde dentado y el tamaño de la hoja está comprendido entre 10 a 30 cm.

Flores: En inflorescencias cimosas. Son flores hermafroditas o unisexuales, hipóginas con 5 sépalos y 5 pétalos, siendo el color de los pétalos blanco crema. Las flores hermafroditas presentan aparato sexual femenino (ginoceo) y masculino (androceo). Ginoceo formado por un ovario súpero, de simetría radial. Androceo formado por multitud de estambres de 150 a 160, en las flores masculinas, siendo más baja la cantidad de estambres en las femeninas.

Fruto: El fruto normalmente es una baya o una cápsula loculicida. Es grande elipsoidal, piel parda con vellosidades en toda su totalidad. De pulpa verde color esmeralda que contiene numerosas semillas muy pequeñas. La maduración de la fruta es a principios de abril.

Su tamaño es similar al de un huevo grande y pesa aproximadamente 80 gramos, según la variedad de que se trate (Abbot, Bruno, Monty, Hayward, etc.).

La pulpa se encuentra alrededor de la columena central, ésta última tiene un grueso variable y las dos partes son comestibles una vez que el fruto ha alcanzado su madurez. La pulpa tiene un color verde esmeralda y está repleta de pequeñas pepitas de color negro, dispuestas en forma de círculo.

Exigencias edafoclimaticas

Clima

El kiwi debe ser plantado en zonas de clima templado, debido a que es un cultivo de naturaleza subtropical. Al igual, debe estar protegido de vientos dominantes que puedan reducir el anclaje del árbol, así como la actividad de las abejas para la polinización o destrucción de su porte arbustivo.

Su temperatura óptima alrededor de 25-30ºC y una humedad relativa suficientemente alta que oscile sobre el 60%.

Se recomienda un aporte de agua en fechas de actividad vegetativa sobre todo en los meses de junio a octubre con una cantidad aproximada de 1000 mm3/m cada mes. Hoy en día para el cultivo de kiwi no se abastece del agua procedente de las lluvias ya que éstas no se distribuyen uniformemente a lo largo del año ni son suficientes, por lo que es necesario el aporte de aguas de riego en una cantidad de 2000 m3/ha.

Se utiliza el sistema de riego de microaspersión con baja presión.

Suelo

El cultivo del kiwi necesita de suelos profundos que estén bien drenados, permeables y ricos en materia orgánica.

Es un cultivo muy sensible a la asfixia radicular lo que se debe de tener se en cuenta cualquier labor que evite el encharcamiento de agua en el terreno. Labores empleadas para este problema es el empleo de tubos porosos enterrados, apertura de zanjas, etc.

Nos podemos encontrar con varios tipos de suelos:

  • Suelos con estructura continua: tienen un porcentaje de arcilla superior al 25%, la masa es arcillo-limosa compacta.
  • Suelos con estructura fragmentaria: Son los que presentan elementos de gran tamaño en el terreno como son grava pizarra, cantos, rodados, areniscas.
  • Suelos ligeros: Formados por mas de 60% de arena. Son suelos que presentan mayor dificultad, ya que no se mantiene un nivel de humedad adecuado. El agua no se retine en el terreno.

Los suelos ideales son los franco arenosos, sin presencia de cloruros debido a que el kiwi muestra cierta sensibilidad a los mismos, pH entre 6-7 y poca presencia de cal.

Variedades

Algunas variedades destacan con buenos resultados, ya que se adaptan a las condiciones de clima y suelo apropiadas de las zonas donde se cultivan. Estas variedades internacionales son: Kaquiara II y MG-6 con fruto de agradable sabor y pulpa color esmeralda.

En las plantaciones españolas las variedades utilizadas es la denominada "Actinidia deliciosa" que procede del cultivar Hayward.

Existen clones como son, Hayward K, Hayward 8 y Top Star que dan una vegetación más densa y los frutos están desprovistos de vellosidades.

Existen otros cultivares de menor importancia por dar unos frutos de pequeño tamaño, entre ellas. Monty, Abbot, Bruno, Kramer, Blake.

Tomuri es de floración similar a Hayward pero con bajo porcentaje de floración, mientras que Matua es de una larga floración y con gran porcentaje de cuaje de flor, pero con el inconveniente de no soportar bajas temperaturas.

Existen otras variedades de introducción más reciente, son M51, M52 y M54, M56, M58, M59.

Los patrones utilizado es la planta de semilla de Hayward.

Cultivo del Kiwi

Preparación del suelo

Se realizan una serie de labores previas en el terreno. Entre ellas las labores empleadas para la nivelación del mismo con la maquinaria apropiada y eliminando las malas hierbas que afectan de forma negativa al cultivo. También es recomendable realizar un abonado de fondo para la nutrición y fertilización. Se recomienda un análisis de suelo para hacer un aporte de abonado de forma más exacta, recomendando unas dosis de 300-500 kg/ha de sulfato de potasio como abonado superficial, antes de realizar las labores más profundas. De abonado de fondo se realizan dosis de 75 a 95 Tm/ha con abundante materia orgánica bien fermentada (estiércol), el más apto es el estiércol de vaca fermentado. El abonado de fondo además de aportar una estructura esponjosa al suelo lo prepara para asimilar los abonados inorgánicos que posteriormente se le suministren.

La eliminación de malas hierbas, con mayor control, se realiza mediante el uso de herbicidas.

Estructuras de conducción y tutorado

El kiwi es un cultivo que necesita de estructuras de conducción, también llamadas soportes, para su desarrollo vegetativo. Estas estructuras son normalmente metálicas, alambres. El sistema más utilizado de conducción es el " Sistema en T " también llamado en cruceta y consiste en utilizar unos postes en forma de T unidos unos con otros por 3 alambres. En estos alambres es donde se van a apoyar las plantas que cuelgan de en medio de cada postes. Se encuentran a una altura aproximada de 1.6 a 1.8 m. Necesitan también de unos tutores para guiarlas hacia la parte superior del emparrado de alambres, estos tutores pueden ser cualquiera de los existentes en el mercado, cordones, estacas de madera etc.

Sistemas de plantación

Se utilizan marcos de plantación de 4-5 m de ancho entre calles y una distancia de árboles de 3-5m , todo esto para el sistema de conducción en T o cruceta. Los árboles machos se colocan en filas alternos cada 5 árboles hembras.

Se pretende con el tiempo de aumentar la población en este tipo de explotaciones de forma más intensiva, por lo que se sustituyen los machos por hembras y la poda de formación se realiza a un solo brazo.

El marco de plantación se realiza después del laboreo del terreno y de la instalación del sistema de conducción, así como las instalaciones necesarias para el riego.

La época de plantación se desarrolla en los meses de noviembre hasta febrero.

Los marcos de plantación vienen a ser de 5x5, 4x5, 4x4 y 3x3, dependiendo del tipo de variedad utilizada o de las técnicas de producción adoptadas.

Poda

Debe de realizarse una poda formativa en invierno para guiar la forma de la planta, como desarrollo de un tronco y dos brazos laterales que cubran por completo la distancia de los alambres. La poda de fructificación se realiza dos veces al año una en invierno y otra en verano. La de invierno se deja por cada metro de alambre 3 ramas laterales bien desarrolladas de 20 a 23 yemas.

La poda de fructificación de verano también llamada poda en verde, lo que pretende es mejorar la ventilación e iluminación para ello, se eliminan los chupones y ramas enrolladas o secas, flores marchitadas, aclareo de frutos, etc se trata también de una poda de limpieza. Se realiza esta poda dos veces, antes y después de la floración en los meses de abril y junio.

El aclareo debe realizarse uno al inicio de la floración y otro después de la misma. En el primer aclareo se eliminan aquellas flores marchitadas, deformes, haciendo una selección de los mejores cuajes florales. En el siguiente aclareo se eliminan los frutos mal cuajados, mal polinizados, etc. Este aclareo se hace justo después del cuaje de la flor.

El aclareo puede realizarse de forma manual o bien mediante productos químicos.

Polinización

Se realizan bastantes estudios sobre la polinización del kiwi por varios países teniendo en cuenta una serie de puntos como es: la polinización manual, la hora de liberación del polen y la influencia de la polinización anemófila, etc... con el fin de incrementar el tamaño del fruto.

Como resultado de los estudios realizados se llega a la conclusión de que la aplicación de polen es capaz de incrementar el tamaño del fruto hasta un 20% y que el polen suspendido en el aire sobre las 13 y 17 horas es cuando mayor cantidad se colecta, por lo que la polinización anemófila responde adecuadamente en el peso del fruto y en las semillas fecundadas.

Recolección

La producción del kiwi se desarrolla partir del tercer año de plantación, obteniéndose mejores cosechas a partir del séptimo u octavo año productivo.

El fruto se recolecta a mediados de octubre y principios de noviembre en España .Se recomienda la recolección del fruto cuando alcance de 7 a 8 grados Brix. Estos frutos no son comestibles inmediatamente después de su recolección, sino cuando posean una ligera blandez al tacto. Posteriormente a la recolección, los frutos se almacenan en cámaras frigoríficas para su conservación hasta los meses de junio, donde van a ser exportados a países de la unión europea.

Para la conservación del kiwi necesita un punto de congelación comprendido entre -2ºC y -2.5ºC. Una conservación muy prolongada puede llegar a un marchitamiento de la pulpa del fruto, por lo tanto la humedad relativa debe de mantenerse superior al 95%. También se tiene en cuenta en las cámaras de conservación la composición de la atmósfera. Con unos valores de 2-3% de oxigeno y 3 a 6% de dióxido de carbono. Estos dos gases mantienen la dureza del fruto. En el caso de que se eleve la concentración de CO2 y se tenga una concentración de oxigeno del 2% se produce unos efectos con los siguientes síntomas:

  • Síntomas externos: En el área apical del fruto aparecen unas coloraciones amarillentas del tejido que van avanzando hasta la parte central.

  • Síntomas internos: desaparece la coloración blanca de los radios parenquimáticos del mesocarpo.

El envasado del fruto se realiza en cajas de cartón para un mejor transporte y presentación del mismo.

Fertilización

Para una buena fertilización se requiere previamente realizar un análisis de suelos y otro foliar, para una mejor aportación de dosis de abonado. Este cultivo es exigente en cuanto a nutrientes, siendo los más necesitados N, P y K. Las dosis suelen ser de 70 a 150 unidades de fertilizante de N, 40 a 120 unidades de P2O5 y 160 a 250 unidades de K2O.

Se irá abonando con nitrógeno hasta su entrada en producción, ya que el nitrógeno es el elemento que contribuye a un buen desarrollo vegetativo de la planta. Posteriormente una vez alcanzada la plena producción se aplica NPK aumentando consecutivamente las dosis.

Plagas y enfermedades

El cultivo del kiwi se ha mostrado muy resistente a plagas y enfermedades, de forma que no presenta ningún problema fitosanitario que cause perjuicio comercial.

No obstante, comienzan a aparecer las primeras enfermedades no de forma habitual, como el caso de Botrytis cinerea.

Hongos

Botrytis cinerea: es un hongo que dependiendo de su capacidad de inoculo puede causar pérdidas durante el almacenamiento del fruto, o por una mala ventilación o lluvias dentro de la plantación. Llamado también moho gris, este hongo ataca en periodo de floración en tiempo húmedo pasando de las flores al fruto joven produciéndose deformaciones y la caída de estos en cantidades bastantes considerables.

Los órganos más colonizados por este hongo son los pétalos florales, sépalos, pedúnculo de la flor y el ovario. Para prevenir se aconseja un tratamiento antes de la recolección con Thiram, Captan y otros fungicidas.

El tratamiento de este hongo durante la conservación del mismo se trata con fitosanitarios como Beromil, Vinclozolina, Iprodina, Procimidona

La Botrytis, también se trata con Fulpet, Captafol, y Glicofeno.

Phytophthora cinnamomi y Armillaria mellea causan enfermedades en aquella zona del cultivo donde halla retención de agua.

Pseudomonas marginalis causante de la caída del botón floral.

Nematodos

Atacan a las raíces de actinidia dando lugar a la podredumbre de la raíz. Estos parásitos penetran por las raíces produciendo malformaciones en ellas y en la parte aérea de la planta una presencia de retraso en producción, amarilleo de las hojas y por consiguiente muerte de la planta. Los nematodos que afectan al kiwi son tres: Meloidogyne hapla, M. Arenaria, M. Javanica. Su prevención debería ser mediante el estudio de un análisis de suelo en cuyo caso debe de procederse a la infección del suelo. Los productos utilizados son Profos y Tionacina para desinfección del terreno.

Insectos

Los insectos del género Eulia son los más peligrosos para actinidia. Atacan por las hojas y el fruto. Por éste último las larvas hacen sus galerías sobre la epidermis lo cual pierde su valor comercial, lo deforman y producen una caída precoz. Se tratan con insecticidas cuando los daños son considerables, con una primera aplicación durante la caída de los pétalos y cada 25 a 30 días volver a repetir la operación.

Pseulacaspis pentágona (cochinilla blanca del melocotonero) afecta a los peciolos de las hojas y frutos produciendo una deformación del fruto y también la formación de costra en los troncos de actinidia más viejos. Su tratamiento es con aceite mineral blanco 2.5 Kg/hl y el Metidatión.

Empoasa vitis produce necrosis en el limbo sobre el margen foliar de las hojas.

Animales

Los conejos causan daños importantes en las plantaciones debido a que roen el cuello y tronco de las plantas. La prevención que hay que tener en cuenta es proteger a la planta con una malla de unos 50 cm de altura. Otros pequeños roedores causan también daños en las raíces y tallo al alimentarse de la corteza.

Consumo y propiedades

A la hora de comprar esta fruta, hay que elegir ejemplares intactos y sin manchas. Se deben descartar los kiwis muy blandos o dañados porque tienen menos sabor o sabores extraños. El tamaño no influye en la calidad del fruto. En un lugar fresco, el kiwi puede conservarse durante mucho tiempo siempre que esté protegido contra la deshidratación, por ejemplo con bolsas de uso alimentario. Si lo conservamos a temperatura ambiente, nos aguanta hasta 15 días; si lo refrigeramos, un mes y si lo congelamos, hasta 6 meses. Si se desea que vayan madurando, se los dejará a temperatura ambiente. La maduración del kiwi es muy lenta, pudiéndose acelerar si los introducimos en bolsas junto con manzanas o peras, que desprenden etileno. De este modo, se obtienen los kiwis en su punto de sazón en cuestión de 8-10 días.

Los primeros kiwis de la temporada llegan al mercado entre los meses de octubre y noviembre. Al madurar durante el invierno, se mantiene en perfectas condiciones hasta mayo. Para disfrutar de todas las propiedades del kiwi es recomendable consumirlo en su punto justo de maduración, cuando su consistencia es ligeramente blanda al tacto. A la hora de la compra, elegiremos las piezas intactas y sin manchas, desechando las que estén muy blandas o dañadas.

Es muy fácil de consumir; pelado o partido por la mitad y con ayuda de una cucharilla, resulta muy atractivo y apetecible para quienes no son consumidores habituales de fruta. Por este motivo y debido a sus propiedades nutritivas y al aporte de sustancias de acción antioxidante, su consumo es adecuado para los niños, los jóvenes, los adultos, los deportistas, las mujeres embarazadas o madres lactantes y las personas mayores.

Por su aporte de vitaminas C y ácido fólico, se recomienda especialmente a quienes tienen un mayor riesgo de sufrir carencias de dichos nutrientes: personas que no toleran o le disgustan los cítricos, el pimiento u otros vegetales, que son fuente casi exclusiva de vitamina C en nuestra alimentación o para personas cuyas necesidades nutritivas están aumentadas. Algunas de estas situaciones son: periodos de crecimiento, embarazo y lactancia materna. Así mismo, el tabaco, el abuso del alcohol, el empleo de ciertos medicamentos, el estrés y defensas disminuidas, la actividad física intensa, las pérdidas digestivas originadas enfermedades inflamatorias crónicas.

La vitamina C, como antioxidante, contribuye a reducir el riesgo de múltiples enfermedades, entre ellas, las cardiovasculares, las degenerativas, etc. Además, debido a que la vitamina C aumenta la absorción del hierro de los alimentos, se aconseja en caso de anemia ferropénica, acompañando a los alimentos ricos en hierro o a los suplementos de este mineral ya que esto acelera la recuperación. Su riqueza en ácido fólico confiere al kiwi la propiedad de mejorar o prevenir anemias y reducir el riesgo cardiovascular y de espina bífida, un trastorno del sistema nervioso que puede darse en el feto durante los primeros meses de gestación.

Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia en las personas que tienen diabetes. Ejerce un efecto saciante, lo que beneficia a las personas que llevan a cabo una dieta para perder peso. Además, por su abundancia de potasio y bajo aporte de sodio, resultan muy recomendables para aquellas personas que sufren de hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón. Su contenido de potasio, deberán tenerlo en cuenta las personas que padecen de insuficiencia renal y que requieren de dietas especiales controladas en este mineral. Sin embargo, quienes toman diuréticos que eliminan potasio y las personas con bulimia se beneficiarán de su consumo.

Aunque menos frecuente, el kiwi también puede ser cocinado, rehogado con mantequilla, para la elaboración de salsas de platos de carne.

Valor nutricional

Valor energético y nutritivo
por 100 gr de kiwi

Mg (Magnesio)

15 mgr

Kilojulios 195
Kilocalorías 46
Proteínas 1 gr
Grasas 0.6 gr
H. de Carbono 8.5 gr
Fibra alimenticia 3.2 gr
Ca (Calcio) 40 mgr
P (Fósforo) 31 mgr
Fe (Hierro) 0.5 mgr
Na (Sodio) 4 mgr
Caroteno 370 mgr
Vitamina B1 17 mgr
Vitamina B2 50 mgr
Vitamina B3 410 mgr
Vitamina B6 120 mgr
Vitamina C 70 mgr
Vitamina E 930 mgr
K (Potasio) 295 mgr
I (Yodo) 330 mgr

El kiwi es una fruta considerada con un alto aporte de vitamina C, E y alto contenido en fibra. Es baja en colesterol. Produce efectos anticancerígenos, tiene capacidad antioxidante y antinflamatoria, mejora el sistema inmunológico y aumenta las defensas en el organismo. Aporta otros nutrientes esenciales para el organismo como fosfato, magnesio y cobre.

Su componente mayoritario es el agua. Es de moderado aporte calórico, por su cantidad de hidratos de carbono. Destaca su contenido en vitamina C; más del doble que una naranja, y vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico. Así mismo es rico en minerales como potasio, magnesio y fibra, soluble e insoluble, con un potente efecto laxante. La fibra mejora el tránsito intestinal. La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El ácido fólico colabora en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico. El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Propiedades

Tiene propiedades benéficas para:

  • Estrés.
  • Problemas de retención de líquidos (diurético).
  • Problemas de transito intestinal, estreñimiento (gran poder laxante)
  • Hipertensión.
  • Insuficiencia renal.
  • Vista.
  • Sube las defensas.
  • Menopausia, embarazo.
  • Resfriados.
  • Refuerza el sistema inmunológico, formación de anticuerpos.
  • Antinflamatorio.
  • Favorece la formación de glóbulos rojos y blancos.
  • Problemas cardiovasculares
  • Facilita la Digestión

Documentación

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