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La Página de Bedri
Miel
Enjambre

Enjambre es un conjunto de abejas, obreras, zánganos y reina, que emigran de su colmena original. Es una forma de reproducción de la colonia, que asegura la conquista de nuevas zonas de recolección y disminuye la consanguineidad.

Es una parte natural del ciclo anual de una colonia de abejas de miel, desarrollado por la naturaleza para perpetuar especies, para compensar las pérdidas de colonias por causas naturales como incendios forestales, enfermedades o inanición y otras similares. No todas las colonias enjambran cada año. Una colonia puede llevar a cabo esta operación cada dos o tres años. Este fenómeno se produce cuando en primavera florecen la mayoría de las plantas de la región, en Europa en marzo y abril, entonces la puesta de huevos de la reina se intensifica ya que "la corte" la deja en plena libertad para así poder tener mayor cantidad de obreras para que recolecten el néctar. La reina aproximadamente 3 días antes de la partida cesará por completo de poner huevos, preparándose para volar. Al producir exceso de obreras en la colmena la reina produce un sonido parecido al de una sirena que es la señal inequívoca, junto con el exceso calor interno de la colmena, que contribuyen a provocar la enjambrazón natural, que consiste en la división de la colmena, saliendo de la misma la reina madre y más de 20.000 obreras. Justo antes de la partida la actividad de la colmena será intensa, habrá mucha inquietud y pocas salidas para buscar alimento y las obreras devorarán miel. Las exploradoras comienzan a reconocer el terreno y a buscar posibles emplazamientos del nido de enjambre. Dado que la reina madre sale con el enjambre, la colonia madre tiene que conseguir hacerse con una nueva reina. Siete u ocho días antes de la salida definitiva la colonia empezará a criar varias reinas, dejando con la salida a la colonia madre sin reina durante aproximadamente una semana, es decir nunca se juntan la reina madre con la reina nueva.

La tendencia a la enjambrazón varía según los años y la cosecha. Si el tiempo en primavera viene propicio y abundan las flores, entonces suele haber más enjambrazón ese año, pero si la reina de nuestra colmena es joven, de uno o dos años de edad, la tendencia a la enjambrazón disminuye. Cuanto más vieja es la reina más propensa es a la enjambrazón. También influye el espacio del que disponen las abejas y del calor del interior de la colmena. Si el apicultor se retrasa en poner el alza propicia a que la colonia enjambre.

Causas de la enjambrazón

Las causas de la enjambrazón pueden ser de dos tipos, ordinarias o extraordinarias.

Ordinarias

  • Bloqueo del área de puesta por mielada o por ser una reina con poca capacidad de poner huevos.
  • Mal manejo: poca renovación de cámara de cría, cosecha tardía que lleva al bloqueo total o falta de capacidad para almacenar miel.
  • Aumento de población disminuyendo la influencia de las feromonas de la reina.
  • Causas genéticas: existen capas con mejor predisposición a enjambrar.

Extraordinarias

Los enjambres surgidos de forma ordinaria son más mansos, más productivos y producen mucha cera. Sin embargo, los que se producen por causas extraordinarias son mucho menos productivos y suelen ser mucho más agresivos.

Señales de enjambrazón

Cuando en una colmena se va  a producir uno o varios enjambres suelen poder observarse una serie de indicios más o menos claros indicativos de que algo está pasando en el interior. Los más significativos son:

  • Barba en la piquera. Las abejas se acumulan en la piquera llegando incluso a colgarse en los alrededores de la misma.
  • Movimiento inusual en la piquera y alrededor de la colmena.
  • Al levantar la entretapa se ven pegotes por todos sitios.
  • Cuadros de cría con celdas reales en los costados o abajo. A veces falta cría abierta.
  • Se ve la reina más flaca, le dan reducida la alimentación para alivianarla.

Salida de un enjambre

Normalmente, la salida de un enjambre se suele producir en días soleados y cálidos y antes de que eclosionen las celdas de cría de reinas en ciertas condiciones aunque en algunas ocasiones y por un escaso periodo de tiempo conviven la madre y una hija. La salida del enjambre suele producirse alrededor del medio día.

Alrededor de la entrada puede apreciarse una creciente agitación y finalmente las abejas empiezan a salir. Un gran número de abejas participan en la salida inicial. La reina emergerá hacia la mitad del grupo, ella sigue a las demás y no dirige el enjambre. Tras dar vueltas por el entorno más inmediato de la colmena originaria por espacio de varios minutos, las abejas formarán un enjambre compacto que se sujetará y quedará suspendido de alguna protuberancia cercana. El enjambre comprobará que la reina forma parte del grupo. Si está ausente retornarán a la colmena originaria y repetirán una o varias veces el proceso de partida hasta que la reina se encuentre en el grupo.

Una vez que se  produce la saluda del enjambre, suele posarse en una rama cercana mientas las abejas exploradoras buscan un lugar para establecerse definitivamente normalmente en huecos en árboles, paredes o desvanes. En ocasiones suelen introducirse en lugares donde existen determinados tipos de aromas, especialmente los frutales. No desdeñan casas deshabitadas y en general cualquier sitio apto para el desarrollo de la colonia. Uno de los lugares más extraños donde se encontró un enjambre fue dentro de una caja que había contenido 5 kg de una conocida marca de detergente en polvo.

Las abejas exploradoras que buscan una nueva ubicación son las pecoreadoras que se elige entre varias encontradas. Las exploradoras empiezan a bailar sobre la superficie del enjambre, y cada una expondrá las virtudes de su nueva localización. El enjambre entero llegará a un acuerdo acerca de cuál de los nuevos emplazamientos es aceptado y parte para tomar posesión de su nueva residencia.

La colmena originaria queda atrás en el emplazamiento antiguo con toda su cría, una cifra inferior de abejas obreras y sin reina, aunque una nueva reina esté a punto de eclosionar en pocos días si todo va bien. Generalmente no vuelan muy alto y pueden ser atrapados, pero la habilidad del apicultor

consiste en evitar la enjambrazón, dividiendo la colmena antes que ellas decidan marcharse haciendo creer a las abejas que ya se han enjambrado.

Los apicultores

, cuando perciben señales de enjambrazón, suelen disponer en las cercanías de la colmena a enjambrar una serie de cajones o colmenas vacías, las denominadas colmenas cazadoras o caza-enjambres. Estas colmenas suelen impregnarse de aromas generalmente frutales que atraen a las abejas.

El apicultor utiliza varias prácticas para evitar que sus abejas enjambren y partan:

  • Construir una colmena dividida o de núcleo
  • Retirar panales de cría y abejas domésticas, que pueden integrarse en otra colmena.
  • Intercambiar una colmena débil con otra más enérgica que esté a punto de enjambrarse, es decir intercambiar las posiciones de ambas colmenas. Así la colmena débil adquiere de la colmena más fuerte la fuerza derivada del emplazamiento, lo cual le ayudará a regenerarse. a esta operación se le llama trasfilar.

En ocasiones, si han nacido varias reinas, normalmente se pelean y queda la más fuerte y si sobreviven salen enjambres sucesivos, que son más pequeños que el primario.

Algunos pésimos autodenominados apicultores

cortan las alas a la abeja reina para evitar la enjambrazón, lo único que consiguen es que el enjambre se vaya sin reina por lo que morirán todas las abejas de forma irremediable.

Captura de un enjambre

Para capturar un enjambre posado en una rama suele colocarse debajo un caza-enjambres o incluso un saco y se efectúa una sacudida seca para que se desprenda y se entre en el receptáculo preparado.  Si estuviera posado en una pared lo que se acostumbra a hacer es cepillar e ir introduciendo en un cajón. Es muy importante que entre la reina, si la reina no entra, las abejas saldrán. Si la reina está dentro, algunas obreras llamaran, batiendo las alas con la cola hacia arriba para difundir las señales químicas o feromonas que indican que la reina está dentro. La abeja enjambrada normalmente no puede picar, dado que han ingerido miel para alimentarse durante los primeros días y no pueden doblarse. Una vez capturado el enjambre debe trasladarse a la nueva ubicación lo más rápido posible.

En ocasiones no quieren entrar al cajón, puede ser por diversas causas, entre ellas:

  • Se cayo la reina, buscar en el suelo o en los recovecos y rendijas.
  • La reina y un mini enjambre se posó en algún lugar cercano.
  • El cajón no reúne las condiciones adecuadas. En particular, no suministrar ningún tipo de alimento como miel, azúcar, dulces, etc.

Una vez capturado el enjambre debe hacérsele una revisión sanitaria, normalmente a los 2 ó 3 días. También es aconsejable proporcionarles algo de alimento, bien colocando cuadros con miel y polen o proporcionándoles alimentación con jarabes. Otra de las tareas que hay que realizar lo antes posible es la identificación y marcado de la reina.

Si el enjambre es pequeño puede utilizarse para fortalecer otra colmena o si se desea dejarle crecer y cuando tengan 3 ó 4 cuadros de cría se le cambia la reina.

Caza enjambres

El caza-enjambres es una colmena especial con el destino exclusivo de capturar enjambres cuando estos se produzcan. Es algo simple, se suele tratar de un cajón de una capacidad de entre 10 y 100 l. En ocasiones se utilizan cajas de cartón del tamaño adecuado.

También se puede usar una colmena de alza estándar, con el suelo clavado, colocarle 5 ó 6 cuadros negros, libres de polillas y arañas y de olores fuertes como pintura u otros. Si se puede dar una mano de cera con alcoholito. Colocarlo en lugares altos, o en depósitos de cajones de fruta, con piquera inferior, no demasiado grande y eligiendo una zona tranquila alejada de caminos y de cualquier tipo de actividad humana. El olor a la cera y especialmente el propóleos es un atractivo irresistible para las abejas.