Los oligoelementos son
bioelementos que se encuentran en cantidades pequeñísimas en los seres
vivos y tanto su ausencia como una concentración por encima de su nivel
característico puede ser perjudicial para el organismo.
Por lo
tanto, es muy significativa tener una aportación diaria de estos
oligoelementos gracias a una alimentación equilibrada. El envejecer
podía también resultar de una reducción con la edad de la eficacia de
nuestros sistemas de defensa, relacionado con una aportación
insuficiente de oligoelementos y de
vitaminas.
Las
vitaminas
y los oligoelementos son componentes necesarios de la alimentación
humana, ya que el organismo no puede sintetizarlos o lo hace en grado
insuficiente. Para que las reacciones bioquímicas esenciales puedan
tener lugar se necesitan sólo cantidades muy pequeñas de estas
sustancias como las que actúan como coenzimas o grupos protéticos. En
los países desarrollados, gracias al suministro completo, variado y
barato de alimentos, las carencias importantes de
vitaminas
u oligoelementos son poco frecuentes; sin embargo, las personas enfermas
o alcohólicas pueden sufrir carencias nutricionales múltiples. Además,
las carencias subclínicas de
vitaminas
y oligoelementos, diagnosticados mediante pruebas analíticas, son
bastante frecuentes en la población normal, ante todo en los ancianos
Hasta
principios del siglo XX eran considerados impurezas del cuerpo, pero
posteriormente se demostró que, a pesar de estar presentes en cantidades
mínimas, son indispensables para la vida. Su acción está estrechamente
ligada con las enzimas, y ejercen labores metabólicas, estimulan o
inhiben la función hormonal, regulan la velocidad y calidad de la
transmisión nerviosa y participan en la eliminación de desechos.
La carencia
de estos elementos puede producir la paralización de algunos sistemas
enzimáticos, lo que deriva en diversos trastornos, como calambres,
temblores, nerviosismo, pérdida del apetito, poca coordinación y
arritmias cardiacas.
Los siguientes elementos
son considerados oligoelementos en humanos:
Boro: Mantenimiento
de la estructura de la pared celular en los vegetales.
Cobre:
Estimula el sistema inmunitario. Podemos obtenerlo en los
vegetales verdes, el pescado, los
guisantes, las
lentejas, el hígado, los moluscos y los crustáceos.
Flúor: Se acumula en
huesos y dientes dándoles una mayor resistencia. Previene la aparición
de caries al mantener el esmalte de los dientes en buenas condiciones,
ayuda a frenar la aparición de osteoporosis y tiene incidencia en el
crecimiento. El pescado, los mariscos, el te, las
verduras, las
hortalizas, los
cereales integrales, las
legumbres y la
cebolla son ricos en flúor.
Hierro:
Forma parte de la molécula de hemoglobina y de los citocromos que forman
parte de la cadena respiratoria. Su facilidad para oxidarse le permite
transportar oxígeno a través de la sangre combinándose con la
hemoglobina para formar la oxihemoglobina. Se necesita en cantidades
mínimas porque se reutiliza, no se elimina. Su falta provoca anemia. La
carne, el pescado, el hígado, los riñones, el
cacao, las
espinacas, las
alubias, el
perejil, los mejillones, las
habas, la
soja, los
frutos secos y el
pan son alimentos ricos en hierro.
Manganeso: El manganeso tiene un papel tanto estructural como
enzimático. Está presente en distintas enzimas, destacando el superóxido
dismutasa de manganeso (Mn-SOD), que cataliza la dismutación de
superóxidos. Es necesario para los huesos y juega un papel importante en
las funciones reproductoras. Se puede encontrar en el
pan integral, las
hortalizas, la carne, la
leche y sus derivados, los crustáceos y los
frutos secos.
Molibdeno: Se encuentra en una cantidad importante en el agua de mar
en forma de molibdatos (MoO42-), y los seres vivos pueden absorberlo
fácilmente de esta forma. Tiene la función de transferir átomos de
oxigeno al agua. Ayuda a prevenir anemia y caries
dental. De manera natural se encuentra en germen de
trigo,
legumbres,
cereales integrales y
vegetales de hoja verde.
Níquel: Parece [cita
requerida] que el níquel sufre cambios en su estado de oxidación lo
que parece indicar que el núcleo de níquel es la parte activa de la
enzima. Potencia el crecimiento y es recomendable
para combatir anemias, y enfermedades infecciosas, y en general, para
estados carenciales y convalecencias. Ayuda
al buen funcionamiento del páncreas, y se encuentra en
legumbres,
cereales integrales,
espinacas y
perejil.
Selenio El dióxido
de selenio es un catalizador adecuado para la oxidación, hidrogenación y
deshidrogenación de compuestos orgánicos. Posee
propiedades antioxidantes, es decir, tiene la capacidad de prevenir el
envejecimiento prematuro y cáncer...\Para
publicar\Antioxidantes.htm Además, garantiza el buen
funcionamiento de los músculos, protege nuestro sistema cardiovascular y
puede evitar la aparición de cataratas. También es útil en el
tratamiento contra la caspa y mantiene en buen estado al hígado, corazón
y órganos reproductores. Es raro que se presente deficiencia de este
mineral, pero cuando ocurre se produce dolor muscular. Los alimentos que
lo contienen son: carne de ave, vacuno y cerdo, pescado, lácteos, germen
y salvado de
trigo,
cebolla,
ajo,
tomate verde,
brócoli y
levadura de cerveza, en los
cereales integrales, la
levadura de cerveza, el germen de trigo, el ajo, el
limón, la
cebolla, las
setas, el salmón, las
verduras y los mariscos.
Silicio: Como
elemento fertilizante en forma de mineral primario rico en silicio, para
la agricultura. Es útil para asimilar el calcio,
formar nuevas células y nutrir tejidos. Aumenta la elasticidad y
resistencia de los huesos, previene la arteriosclerosis, retrasa el
envejecimiento y equilibra el sistema nervioso. Está presente en agua
potable y alimentos vegetales en general. Se encuentra en los
cereales integrales, la
levadura de
cerveza, el
maíz, la
calabaza, la
sandía y la cola de caballo.
..\..\..\Para publicar\Equisetos.htm
Vanadio: El vanadio
es un elemento esencial en algunos organismos. En humanos no está
demostrada su esencialidad, aunque existen compuestos de vanadio que
imitan y potencian la actividad de la insulina.
Yodo:
El yodo es un elemento químico esencial. La glándula tiroides fabrica
las hormonas tiroxina y triyodotironina, que contienen yodo. y que
influyen fundamentalmente en el crecimiento y maduración del organismo,
y afecta sobre todo a la piel, el pelo, las uñas, los dientes y los
huesos. Las algas, los pescados, los mariscos, los
cereales, la carne magra, los
huevos, la
leche, el
ajo, la
cebolla, el
limón, la
naranja, la
piña, las
hortalizas de hoja verde y los
frutos secos son ricos en yodo.
Zinc:
El zinc es un elemento químico esencial para las personas: interviene en
el metabolismo de
proteínas
y ácidos nucleicos, estimula la actividad de
aproximadamente 100 enzimas, colabora en el buen funcionamiento del
sistema inmunológico, es necesario para la cicatrización de las heridas,
interviene en las percepciones del gusto y el olfato y en la síntesis
del ADN. Se encuentra entre otros en el en en el
pan integral,
ajo,
yema de huevo, ostras, carne de ternera, etc.
Para otros elementos, como
el litio, el estaño o el cadmio, su esencialidad no está totalmente
aceptada; incluso de la anterior lista no está clara la esencialidad del
bromo y el boro.
Hay otros elementos que
están en una mayor cantidad en los seres humanos, por lo que no se les
denomina elementos traza. En orden de abundancia (en peso) en el cuerpo
humano: azufre, potasio, sodio, cloro y magnesio.
Los anteriores elementos
son esenciales en seres humanos; hay elementos que sólo lo son en unos
determinados seres vivos. Por ejemplo, el wolframio es esencial en
algunos microorganismos.
Cada elemento tiene un
rango óptimo de concentraciones dentro de los cuales el organismo, en
esas condiciones, funciona adecuadamente; dependiendo del elemento este
rango puede ser más o menos amplio. El organismo deja de funcionar
adecuadamente tanto por presentar deficiencia como por presentar un
exceso en uno de estos elementos.
ADVERTENCIA: si usted está enfermo o cree que pudiera estarlo acuda a su médico, solo él puede ofrecerle un diagnostico y un tratamiento adecuado a su caso basado en el conocimiento y en estudios serios, rigurosos y avalados por la evidencia científica demostrable. La salud es un bien que no tiene repuesto.