Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra la política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Eli quiso saber
ADVERTENCIA: Esta página contiene textos, imágenes o enlaces que pudieran ser considerados no apropiados para personas menores de la edad legal. Por eso se hace esta advertencia. El contenido de los mismos es evidentemente "para adultos" y de contenido explícitamente sexual por lo que, hecha esta advertencia, si finalmente decides continuar, lo haces bajo tu única y exclusiva responsabilidad. No se obliga a entrar, es más, se recomienda que aquellas personas que puedan sentirse molestas, o incluso ofendidas, con el contenido de lo que aquí aparece, que se abstengan de hacerlo.

Eli es una compañera de trabajo de Claudio que me había comentado que parece una chica liberal. Sin novio, bastante despreocupada en sus apreciaciones, respecto a lo sexual. Algunas veces le comentó a Claudio que le gustaría conocerme. Sabe que soy pareja de él.

No me sorprendió cuando nos invitó a ir con ella a casa de sus tíos que estaban de viaje en Brasil. Ella debía mantener en buen estado el jardín y la piscina. Ideal para mí, el poder disfrutar esa oportunidad junto a Claudio y Eli.

Su cuerpo bien equilibrado, con una diminuta tanguita resaltaba su culo mediano, firme, al caminar. Sus pechos apenas contenidos por el corpiño, quedaron liberados cuando se tendió boca abajo en una reposera y le pidió a Claudio que le desbroce el sostén. El slip de baño, color negro de mi amigo; delineaba la silueta de un grueso pene aún flácido.

― ¿Quién me aplica aceite bronceador? ―Dijo Eli.

Clau me miró y asintió con la cabeza, luego agregó― Yo también quiero me lo apliquen en la espalda… Y se instaló en otra tumbona junto a Eli.

Con el pomo de aceite me dispuse a untar la espalda de ella.

― Eres muy suave, me encantan tus manos ― comentó haciendo un leve movimiento con sus glúteos.

― Úntame toda, deseo tener un bronceado parejo...

Mis manos llegaron hasta su culo. Sentí la delicia de acariciar con más vehemencia separando un poco sus nalgas. Continúe por sus muslos. Eli separó un poquito las piernas, así pude ver su almejita apenas contenida por la pequeña prenda de baño.

― Es mi turno ―pidió Claudio.

Mis manos aceitadas recorrieron su cuello, su amplia espalda. Llegué hasta su culo pequeño y le apriete fuerte una nalga y continúe con sus piernas

― Ya está―Le dije.

Clau, giró quedando de frente― ¡Continúa! ―Dijo.

Eli, reclamó― Debes continuar conmigo, Rober.

Clau se reincorporó con una muy buena erección inocultable.

― Yo continuó con Eli ―Dijo.

Ella se volteó. Y sus pechos desnudos quedaron expuestos y vi dilatarse sus pupilas ante la visión de un gran paquete contenido. Luego cerró los ojos.

Yo me tendí de espaldas en la tumbona, girando la cabeza para ver.

Claudio masajeaba las tetas con una mano aceitada y con la otra se liberaba de su prenda. El mástil moreno se levantaba ya perpendicular a su vientre. La cabezota con forma de sombrerito hoy miraba hacia Eli.

Las grandes manos de Clau presionaban con masajes el abdomen de Eli. Una mano se introdujo entre sus piernas y apretó su húmedo sexo. Ella suspiró entreabriendo su boca y humedeciéndose los labios carnosos con su lengua.

Sin quitar su mano Clau de la entrepierna de Eli, aproximó su verga a los labios de ella que sin abrir los ojos, permitió que él introdujera parte del glande en su boca. Las manos Claudio desataron velozmente los nuditos que sostenían la tanga de Eli y la giró quedando ella boca abajo y el parado en su cabecera y se la dio a chupar a su antojo.

Con señas Clau me indicó poner una toalla varias veces plegada debajo el vientre de ella. Su cola se veía hermosa con las nalgas levemente abiertas.

Poniéndome de rodillas por detrás de Eli comencé a lamer su almejita empapada. Y su culo se humedeció con mi saliva. Tenía un agujerito suave, fruncido, libre de vellos que se fue dilatado a los golpecitos de mi lengua. Luego le introduje el dedo mayor. Se retorció y dijo algo que no entendí porque lo hizo con la boca llena. Le introduje el dedo mayor junto al índice. Con la mano izquierda acariciaba su clítoris muy mojado.

Claudio me indicó que le diera a mamar mi pene a Eli. Él se posicionó parado por detrás de ella y tomándola por la cintura le levantó el culo.

Lo veía acariciar el sexo de Eli mientras ella me hace gozar. Luego le hace una entrada a fondo. Eli afloja las piernas, tiembla y dice cosas que no entiendo. Continuo apretando un pezón duro sin advertir que Claudio empujaba para metérsela en el culo a nuestra amiga que abrió la boca dejando escapar un ― ¡No…! ―Y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Claudio se separó y luego de un rato nos reíamos. Después disfrutamos de la piscina. Eli había cumplido su fantasía de tener sexo con dos gay.

Eli es una amiga de Claudio que quiere conocer a Rober

Rober

 

 

Claudio

Rober nos habla de Claudio, uno de sus amantes

Ir a la historia prohibida




Poco a poco, cada vez hay más relatos porque poco a poco os vais animando a escribirlos y a enviarlos para compartirlos. A lo mejor, tienes cosas que contar y que te apetece compartir, pues este es el sitio. Si lo deseáis, puedes enviar tu relato a la dirección que figura en este enlace enviar relatos prohibidos

Y si lo que quieres es copiar algún relato y compartirlo en tu sitio, o en otro, no olvides copiar y pegar también el enlace de donde lo has obtenido. y el nombre del autor, no cuesta nada y es de justicia.

Y si estás interesado en adquirir esta página, debes de saber que está en venta. Si tienes interés, puedes contactar con nosotros aquí.