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La Página de Bedri
Relatos prohibidos
Con mi mejor amiga
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Carolina y yo somos amigos desde hace más de trece años. Me mudé a otra ciudad y no la había visto por más de diez años. Nos mantuvimos en contacto por teléfono y un día decidí volver para hacerle una visita. Ella se alegró mucho de verme dándome un gran abrazo. Empezamos a beber unas cervezas mientras hablábamos de nuestras cosas. Ella comenzó a actuar de manera diferente y la charla cambió repentinamente al sexo. Dijo que ha estado soltera demasiado tiempo y que se notaba muy caliente.

De repente se levantó el top y el sujetador y dijo― Mira, mis pezones están duros, ven y tócalos.

Me sorprendió su acción repentina pero puse mis manos en sus pezones y empecé a masajearlos. Ella comenzó a gemir y dijo― Eso se siente muy bien.

Mi polla empezó a hincharse y a ponerse tan dura como una roca. Ella lo notó y dijo― Tu polla quiere salir a jugar, déjame ayudarte…

Me levanté del sofá y ella me bajó la cremallera, me bajó los calzoncillos y me dijo― Tienes una polla preciosa, puedo chuparla

― Claro, adelante ―Le dije.

Me agarró la polla, se la metió en la boca y empezó a chuparla. Su boca estaba llena de saliva y se introdujo mi pene centímetro a centímetro hasta que la tuvo completamente dentro de su boca. Fue la primera vez que una mujer me hizo una mamada profunda hasta la garganta. Le sugerí que hiciéramos un sesenta y nueve para que ambos pudiéramos darnos placer y ella aceptó.

Me acosté en el suelo y ella se puso encima de mí. Tenía un coño perfectamente afeitado, justo como a mí me gusta. Le abrí los labios del coño y empecé a lamerle el clítoris y ella empezó a gemir de nuevo.

― Ha pasado demasiado tiempo desde la última que sentí placer y me aseguraré de que tú recibas tanto placer como yo ―dijo ella.

Ella me agarró la polla y la puso de nuevo en su boca y comenzó a subir y bajar lentamente al principio. Continuó profundizando más y más hasta que la metió completamente en su boca y entró por su garganta. Después de unos minutos, empezó a gemir más fuerte, así que supuse que estaba alcanzando el orgasmo, así que empecé a chupar más rápido su clítoris y ella soltó un grito― ¡Oh dios sí, me estoy corriendo, no te detengas, es tan rico!

Mientras continuaba chupando su clítoris, ella alcanzó un segundo orgasmo de inmediato y casi se desmaya por el placer. Puso su boca de nuevo en mi polla y empezó a bombearla más y más rápido. Estaba listo para explotar y le dije que continuara chupando mi polla más rápido, más profundo y más fuerte hasta que le explotó una gran carga dentro de su garganta.

No pudo tragar la mayor parte y el resto salió por las comisuras de su boca y bajó por su barbilla, pero no se detuvo hasta que yo quedé completamente agotado. Nos sentamos en el sofá y ella limpió el esperma de su barbilla con los dedos y dijo― Me alegro de que hayas venido a visitarme, lo necesito desde hace mucho tiempo.

Más tarde, decidimos repetir pero con un poco de variedad y me dijo― Quiero que me cojas la garganta mientras que yo estoy boca abajo en la cama y después de eso, quiero que me cojas el culo.

Carolina se acostó en la cama y yo puse mi polla delante de su boca. Ella la abrió con entusiasmo y empecé a meter mi polla dentro de su boca. Empecé lentamente, centímetro a centímetro. Su boca estaba caliente y húmeda. Aumenté la velocidad y se la metí profundamente dentro de su boca.

Ella comenzó a toser un poco pero no me detuvo, en cambio, puso sus brazos alrededor de mi trasero y me jaló más profundo. Continué follando su boca y garganta más y más profundamente y cuando estaba listo para correrse se lo hice saber y empujé mi polla profundamente dentro de su garganta y desaté una gran carga de esperma en su garganta y la mantuve allí por unos segundos para que ella no perdiera ninguna gota de mi semen.

Después tomamos unos tragos y ella decidió poner una película porno para darnos más incentivos. Me agarró la polla y empezó a acariciármela lentamente. Me dijo― Creo que ya está lista para más acción.

― Vamos a empezar por un sesenta y nueve, y luego me ocuparé de tu culo ―Le dije.

― ¡Oh, sí! Estoy de acuerdo ―Dijo ella.

Empecé a lamer su clítoris mientras me chupaba la polla y cuando llegó al orgasmo me dijo que ya estaba lista para la follada por el culo. Se puso en cuatro patas y empecé a lubricar su trasero con mi dedo y saliva. Ella comenzó a gemir de placer. Cuando estuvo bien lubricada, coloqué mi polla en la entrada de su lindo culo y empecé a insertarla lentamente dentro de su culo. Ella empezó a gritar y me dijo que era virgen allí atrás.

Continué empujando, poco a poco, la polla  hasta que estuvo completamente dentro de ella. Me moví hacia arriba y hacia abajo yendo más rápido y más profundo y ella siguió gritando de dolor pero me pidió que no me detuviera y que fuera más rápido. Muy pronto ella estaba llegando a un orgasmo y me dijo que le cogiera el culo con fuerza. Le folle el culo más y más fuerte hasta que exploté en lo profundo de su recto. Nos quedamos dormidos y a la mañana siguiente me despertó haciéndome una mamada hasta que me vine en su boca. Dijo que era la mejor noche de su vida y que deberíamos hacer esto más a menudo.

Dragón travieso

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