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La Página de Bedri
Asturias
Zona occidental asturleonesa

El Occidente asturiano se encuentra comprendido dentro de la llamada Zona Astur Occidental Leonesa, al Oeste de una línea que desde la desembocadura en el mar Cantábrico del río Fontebona, al Este de San Juan de la Arena, se dirige hacia el Suroeste, pasando cerca de las localidades de Priero, La Espina, Tineo, Gera, Linares y Cangas del Narcea, girando por último hacia el puerto de Leitariegos, por donde penetra en la provincia de León. En su totalidad afecta a los concejos de Castropol, Tapia de Casariego, El Franco, Coaña, Navia, Luarca, Cudillero, San Tirso de Abres, Vegadeo, Boal, Villayón, Taramundi, Villanueva de Oscos, Illano, Santa Eulalia de Oscos, San Martín de Oscos, Pesoz, Grandas de Salime, Allande, Ibias y Degaña, y parcialmente a los de Soto del Barco, Muros de Nalón y Pravia.

Constitución geológica

Desde el punto de vista geológico, la constitución de la Zona Astur Occidental Leonesa es muy diferente de la del resto de Asturias. En general, los sedimentos son monótonos y en secuencias de gran espesor, con escasez de calizas y predominio de rocas silíceas, lo que da lugar al paisaje tan característico. La zona se puede subdividir geológicamente en tres unidades, según los sedimentos presentes en el sustrato. La unidad más oriental o de Cangas del Narcea,  se sitúa al Este de una línea que desde el mar Cantábrico, a la altura de Cadavedo, llega hasta el puerto de Cerredo, pasando por Pola de Allande. Se caracteriza por la existencia de la serie sedimentaria de mayor espesor (cerca de 9.000 m.). La parte inferior está constituida por una serie de pizarras y areniscas con niveles de rocas volcánicas ácidas («porfiroides»), que pasan hacia la parte superior a areniscas predominantes con pizarras intercaladas y algunos niveles de dolomías. Este conjunto, al que denominamos formación Cándana, abarca desde el Precámbrico superior hasta el Cámbrico inferior. Su espesor es de unos 2.000 m. Sobre él, se sitúa un nivel de calizas y dolomías muy constante, denominado caliza de Vegadeo, que tiene entre 100 y 300 m. de espesor. Los fósiles encontrados por debajo de las mismas indican una edad Cámbrico inferior, mientras que los situados por encima son del Cámbrico medio, por lo que dentro de ellas se puede localizar el límite. Sobre las calizas, está una sucesión de 4.000-5.000 m. de areniscas y pizarras alternantes,  en cuya base hay 100 m. de pizarra verdes. En la parte superior predominan las cuarcitas blancas, que se pueden observar en el alto del Palo, disminuyendo de espesor hacia el Oeste. La edad de esta formación, conocida con el nombre de «Serie de los Cabos» por dar lugar a los salientes más importantes de la costa (cabo Busto, cabo Cuerno, etc.), está comprendida entre el Cámbrico medio y el Ordovícico inferior (Arenig), como demuestran los Trilobites encontrados en su parte baja y las pistas fósiles (Cruzianas) de las cuarcitas situadas en la parte superior. Hacia arriba, sigue un conjunto de pizarras negras brillantes, con alguna intercalación de cuarcitas blancas en la parte media. Se llaman pizarras de Luarca, por aparecer en esta villa. Su espesor llega a 500 metros. En las cuarcitas de la parte media, han aparecido pistas de fósiles del Ordovícico inferior (Arenig), lo que indica una edad más antigua para las pizarras que hay por debajo, que en las otras dos unidades de la Zona Astur Occidental Leonesa, donde sobre las cuarcitas de la Serie de los Cabos se encuentran en las pizarras negras, fósiles de edad Llanvirn (Ordovícico medio). Por último, se encuentra una sucesión de unos 1.000 m. de-pizarras grises laminadas, llamada formación Agüeira. Su edad es considerada como del Ordovícico superior (Caradoc) aunque en ella casi no aparecen fósiles. 

Esta unidad afecta a los concejos de Luarca, Tineo, Cudillero, Pravia, Muros de Nalón, Soto del Barco, Allande, Cangas del Narcea y Degaña, total o parcialmente.

La unidad Central o de Boal se encuentra entre la anterior y una línea que, desde el Este de Tapia de Casariego, se dirige al Sur, por La Roda y Santa Eulalia de Oscos. Afecta a los concejos de Tapia de Casariego, Castropol, El Franco, Coaña, Navia, Boal, Vegadeo, Villanueva de Oscos, Illano, San Martín de Oscos, Allande, Villayón, Santa Eulalia de Oscos, Pesoz, Grandas de Salime, Ibias, Degaña, Luarca, Tineo y Cangas del Narcea. Se diferencia de la anterior, sobre todo, en que las cuarcitas de la parte superior de la Serie de los Cabos son mucho más delgadas y, en conjunto, la sucesión menos espesa. En las pizarras de Luarca se suelen encontrar intercalaciones cuarcititas importantes y la secuencia superior (formación Agüeira) es mucho más potente (más de 2.000 m.).

En cuanto a la unidad Occidental o de Vegadeo, abarca desde la de Boal hasta el límite de la provincia, afectando a los concejos de Tapia de Casariego, Castropol, Vegadeo, Taramundi, San Tirso de Abres, Villanueva de Oscos, Santa Eulalia de Oscos e Ibias. Los sedimentos son comparables a los anteriores en su parte inferior, si exceptuamos quizás la menor potencia de la Serie de los Cabos y la presencia de rocas volcánicas en la parte alta de ésta. La parte superior es, sin embargo, muy diferente, encontrándose el Silúrico discordante sobre la Serie de los Cabos, quizás con un pequeño espesor a veces de pizarras de Luarca. Este Silúrico está constituido por pizarras negras con graptolites con algunas liditas y en su parte superior areniscas ferruginosas. Su espesor total no sobrepasa los 500 m.

La deformación sufrida por la Zona Astur Occidental Leonesa influye decisivamente en el relieve actual, por afectar a la distribución de los distintos tipos de rocas. Su conocimiento es, por-tanto, importante para comprender la morfología de las costas, de las sierras y la disposición de la red hidrográfica.

Los sedimentos de la Zona Astur Occidental Leonesa, depositados entre el Precámbrico superior y el Silúrico superior, fueron deformados fuertemente en el Devónico o Carbonífero inferior, con formación de pliegues inclinados hacia el Este que nos hablan de empujes principales en esta dirección. Los pliegues están acompañados por esquistosidad y metamorfismo, aunque éste solo dio lugar al crecimiento de minerales de bajo grado (clorita, cloritoide, etc.).

Posteriormente se forman grandes fracturas inversas o cabalgamientos, también dirigidos hacia el Este, que cortan a los pliegues anteriores y que están asociados a su vez a pliegues con ejes curvados.

Por último, en una tercera etapa, se originan de nuevo grandes pliegues ver ticales o ligeramente dirigidos hacia el Oeste, que deforman a las estructuras anteriores. Estas dos últimas etapas tienen ya lugar en el Carbonífero superior, siendo acompañadas por la intrusión de pequeñas masas graníticas como las de Salave, Boal, Linares, etc. A la vez se está produciendo el arqueamiento general que da lugar al Arco astúrico.

Después de ocurridas las deformaciones principales, se produce la sedimentación del Carbonífero superior (Estefaniense) en cuencas limitadas por fallas, que darán lugar a acumulaciones de carbón. Por último, tiene lugar una etapa de distensión, ya en el Pérmico, que origina numerosas fracturas, de dirección Noroeste la mayoría, y algunas de dirección Nordeste.

El resultado final es la formación de un país plegado y con grandes fracturas inversas, cuyas estructuras se incurvan desde una dirección Nordeste en la parte Norte, hasta dirección Noroeste en el Sur. Por ello se observan las siguientes características en el sustrato geológico:

 1ª  Debido al plegamiento, alternan zonas de rocas duras (cuarcitas) con rocas menos resistentes a la erosión (pizarras, calizas), que se prolongan a lo largo de decenas de km. y terminan lateralmente por los cierres de los pliegues

 2ª Las diferencias litológicas entre- las unidades anteriormente descritas, se traducen en la existencia de áreas más - uniformes en el relieve que otras, debido a la presencia o ausencia de rocas duras.

 3ª  La fracturación tardía ha sido importante con respecto al relieve, porque condiciona el trazado de gran cantidad - de cursos de agua.

El relieve de la zona astur occidental leonesa

El relieve de Asturias se debe a la actuación de los agentes geológicos externos e internos sobre el sustrato rocoso a que nos hemos referido, sobre todo después de la orogénesis Alpina, ocurrida en la era Terciaria. Los efectos de esta etapa de deformación sobre la cordillera Cantábrica han sido diferentes según las áreas. En el Oriente asturiano, fueron importantes, mientras que en la Zona Astur Occidental Leonesa, se limitaron a la formación de fallas que levantan y hunden algunos bloques. La falta de sedimentos posteriores al Carbonífero superior y anteriores al Terciario superior, hace muy difícil establecer cuáles fueron estas fracturas y distinguirlas de las originadas en la orogénesis Herciniana, a finales del Carbonífero y durante el Pérmico.

Una vez finalizados los esfuerzos orogénicos Alpinos que levantaron por última vez la cordillera Cantábrica, comenzaron a actuar los agentes geológicos externos. Al comenzar la era Cuaternaria, el relieve actual se encontraba ya casi configurado. Parece ser que los últimos movimientos de las fracturas tuvieron lugar hace unos dos millones de años.

Los cordales de rumbo Norte-Sur situados al Oeste del meridiano de Oviedo y separados entre sí por los valles del Trubia, Cubia, Pigüeña, Narcea, Navia y Eo, se desarrollan sobre unas superficies planas o levemente accidentadas cuyo carácter de plataforma intramontana se acentúa a medida que se produce la cercanía al mar. Este relieve se desarrolla sobre las estructuras plegadas de la denominada zona asturoccidental leonesa (anticlinorio del Eo, sinclinorio del Navia y anticlinorio del Narcea) y, en su extremo oriental, sobre la primera de las unidades de la zona cantábrica (manto de Somiedo/Somiedu).

Se trata de estructuras hercinianas levemente interferidas por la tectónica alpina, que al parecer las levantó en su conjunto, dando lugar a un intenso ataque erosivo de los materiales más deleznables, sobre todo pizarras, que dio como resultado el resalte de las hiladas cuarcíticas del anticlinorio del Narcea, de la unidad del Navia y del anticlinorio del Eo, con lo que los pliegues hercinianos vertebraron de nuevo el relieve. Concluida esta fase de modelado a finales del mioceno, el desnivel entre los crestones cuarcíticos y las áreas pizarrosas deprimidas era entonces menor que el actual, por lo que cabe atribuir a la actividad de una densa red hidrográfica de edad pliocuaternaria el modelado actual, cuyo resultado es el realzamiento de los cordales y la disección de los fondos de valle, fragmentados en plataformas o transformados en lomas interfluviales de altitud similar.

En la Zona Astur Occidental Leonesa, se pueden distinguir diversas superficies de erosión superpuestas. quizás la más importante sea la situada entre los 1.000 y los 600 m., que se corresponde con la llamada «penillanura gallega» o «superficie de Chantada» más al Oeste, y con la «penillanura fundamental» de la meseta situada más al Sur. Esta superficie se empezó a formar a finales del Cretácico y ha sido desnivelada posteriormente por los juegos de las fracturas alpinas. Corta a su vez a otras superficies más antiguas, como la penillanura intra-Pérmica y la pre-Cretácica, que se reconocen sobre todo en el Oriente asturiano.

En la Zona Astur Occidental Leonesa, podemos suponer que la penillanura principal se sitúa entre los 600 y 800m. de altitud y de ella quedan importantes restos conservados. Su origen fue probablemente debido a pedimentación, en clima árido, por lo que se observan tramos muy planos con pendientes suaves y variables dentro de áreas extensas.

En general, se observa que las superficies de erosión se encajan unas en otras debido a los cambios del nivel de base, o sea, de la altura relativa del nivel del mar, bien por elevación o descenso de éste, bien por juegos de fracturas que levantaron grandes extensiones de terreno.

Las montañas y valles de la Zona Astur Occidental Leonesa configuran parte de las cuencas de los ríos Eo, Navia, Negro, Canero y Narcea, los cuales, a su vez, la dividen en tres macizos interiores, que se elevan desde las tierras bajas litorales. Estos son los macizos de Oscos-Degaña, Allande y Tineo. Están constituidos por sierras que llevan una dirección general NE-SO en el Norte y E-O en el Sur del de Allande.

El macizo de Oscos se extiende desde Grandas de Salime en el Sur, basta el mar Cantábrico en el Norte, entre los ríos Eo al Oeste y Navia al Este, y abarca los concejos de Castropol, Tapia de Casariego, El Franco, Coaña, Vegadeo, Boal, San Tirso de Abres, Taramundi, Villanueva de Oscos, Illano, Santa Eulalia de Oscos, San Martín de Oscos, Pesoz y Grandas de Salime. La mayor altura que alcanza es de 1.201 m. en el pico Bobia (sierra de Bobia), entre los concejos de Castropol y Villanueva de Oscos. El macizo de Degaña llega desde la divisoria hidrográfica en los concejos de Ibias y Degaña, basta los ríos Ibias, por el Sur, y Suarna, por el Oeste.

El macizo de Allande abarca desde el mar Cantábrico en el Norte, al río Ibias en el Sur, y desde el puerto de Cerredo en el Este, hasta la vertiente oriental del río Navia por el Oeste, que le sirve de límite con el macizo de Oscos. Por el Este limita con los ríos Esva y Gera hasta Soto de la Barca, donde se une al Narcea, siguiendo la vertiente occidental de éste hasta Cangas del Narcea, donde pasa al río Naviego hasta el puerto de Leitariegos. Llega a alcanzar los 1.866 m. en la sierra de Degaña. Abarca los concejos de Navia, ViIlayón, Boal, Luarca, Tineo, Allande, Grandas de Salime, Cangas del Narcea, Ibias y Degaña

El macizo de Tineo no está claramente diferenciado del de Allande, limitando por el Oeste con los ríos Esva y Gera hasta Soto de la Barca, donde pasa a la orilla occidental del Narcea hasta Pravia. Comprende parte de los concejos de Luarca, Tineo, Cudillero, Pravia, Salas, Muros de Nalón, Soto del Barco y Castrillón.