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La Página de Bedri
Asturias
El Reborde litoral
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Se extiende a lo largo de la costa, desde la desembocadura del río Nalón hasta Ribadesella, por los concejos de Soto del Barco, Castrillón, Avilés, Gozón, Corvera, Carreño, Gijón, Villaviciosa, Colunga, Caravia y Ribadesella y su extensión varia entre unos 2 Km., en extremos unos 20 Km., en el área de cabo Peñas. Su altitud media varia entre 100 y 200 m. sobre el nivel del mar. Limita por el Sur con el Escalón Intermedio y por el Oeste con el macizo de Tineo, del que lo separa el río Nalón.

El sustrato geológico del Reborde Litoral está constituido en su mayor parte por terrenos post-Hercinianos, excepto en su extremo occidental, en que afloran materiales Paleozoicos Hercinianos de las unidades de Cabo Peñas, Somiedo y Tameza, e incluso una pequeña esquina de la Zona Astur Occidental Leonesa en la unidad de Cangas del Narcea

El área comprendida entre la desembocadura del río Nalón y la del río Fontebona está ocupada por rocas Cámbricas de la formación Herrería, que forman los acantilados de la mitad occidental del playón de Bayas, de 100 m. de altura, cortados a plomo. La mitad oriental de dicha playa está modelada en rocas pertenecientes a la unidad de Cabo Peñas del sector Luanco-Belmonte, ya dentro de la Zona Cantábrica, principalmente en una sucesión de pizarras, rocas volcánicas y alternancia de pizarras y areniscas que dan un relieve y unos acantilados con menor pendiente. Las cuarcitas blancas masivas de la formación Barrios constituyen el saliente entre punta del Socollo y punta Vidrias, así como la isla La Deva, situada frente a ellos, y otros pequeños islotes que jalonan la escarpada costa que llega hasta la playa del Cordial, situada al Este de punta Vidrias. Este promontorio está formado por un gran pliegue anticlinal, cuya terminación ha sido erosionada por el mar, a lo cual se debe la doblez de los estratos y de los escarpes, desde dirección Este-Oeste en la playa de Requexinos hasta Noreste-Suroeste en la del Cordial.

Desde esta playa hasta ambos lados de la ensenada de Santa María del Mar, se encuentran, sucesivamente, areniscas Devónicas ferruginosas de Furada y el conjunto de pizarras, calizas y areniscas de Rañeces, del Devónico inferior. Todo este conjunto, perteneciente como hemos dicho a la unidad de Cabo de Peñas, se encuentra superpuesto a la unidad de Somiedo, que comienza en la playa de Arnao, por medio de una superficie de fractura inversa en la que han quedado conservados estratos del Carbonífero superior (Estefaniense), en donde se explotan capas de carbón conocidas desde antiguo y que se prolongan bajo el mar. Este Carbonífero se encuentra discordante sobre rocas del Devónico superior (caliza de Moniello y areniscas del Naranco). En el extremo occidental de la playa de Salinas se encuentran las calizas de Moniello con sus bellos ejemplares de arrecifes coralinos fósiles y, por encima de ellos, en discordancia, conglomerados, calizas areniscas rojas del Pérmico y conglomerados Jurásicos. Desde aquí hasta la desembocadura de la ría de Avilés, se extiende la playa de Salinas, en la que se encuentran buenos ejemplares de dunas actuales en su extremo oriental.

Hacia el interior de este sector, comprendido entre la ria de San Esteban de de Avilés y la ria de Avilés, el Reborde Litoral tiene una anchura de 8-10 Km., y está constituido por una antigua plataforma de abrasión marina o «rasa», tramos que ha sido elevada hasta unos 100 metros y en la que la intensa erosión ha aflorando rocas de muy distinta dureza, como pueden ser las areniscas del Naranco y las calizas y pizarras de Rañeces.

Esta «rasa» llega hasta el borde del Escalón Intermedio, en que se produce una subida brusca hasta alturas del orden de los 400 m., como son el Prado del Marqués (431), Reboría (419), etc. Está disecada posteriormente por diversos cursos de agua, cuyos valles se encajan en la misma, con dirección Noreste-Suroeste, es decir, siguiendo aproximadamente la estructura de los sedimentos deformados en la orogénesis Herciniana, que forman pliegues alargados con los ejes de esta dirección. La rasa está a veces recubierta por unos metros de sedimentos de zonas encharcadas, en las que puede haber turberas. Al Este del arroyo de la Plata, que desemboca en la playa de Salinas, la rasa está modelada en sedimentos de edad Pérmica (areniscas y arcillas rojas) y Jurásica (conglomerados).

En el área comprendida entre la ria de Avilés y el cabo Torres, la costa es escarpada y las playas en general pequeñas, estando excavadas en rocas del Paleozoico, con excepción de pequeños tramos.

En la punta de San Juan de Nieva afloran pizarras, calizas y areniscas del, Devónico inferior (complejo de Rañeces). El tramo de calizas grises de esta localidad se denomina de calizas de Nieva. A continuación, la playa de Xagó se extiende 1,5 Km., estando el acantilado constituido por areniscas Devónicas Ferruginosas de Furada. Entre esta playa y la de Aguilera, se interpone el promontorio de Tremurias, también formado por el complejo de Rañeces, de acantilado relativamente suave. Siguen las pequeñas playas de Aguilera y de Tenrero, asimismo sobre rocas plegadas del complejo de Rañeces, hasta llegar al promontorio de Ferrero, ya formado por rocas volcánicas del Ordovícico, pertenecientes a la unidad de Cabo Peñas, en contacto por falla con las anteriores. Estas rocas volcánicas se observan bien en la pequeña playa de Ferrero, cuyo empinado acantilado, de casi 100 m. a plomo, se prolonga hacia el Norte hasta el propio cabo Peñas, pasando por pizarras oscuras Ordovicicas (pizarras de Luarca) y llegando a la cuarcita blanca masiva (formación Barrios), que constituyen esta punta y las islas situadas en las cercanías.

Pasado el cabo Peñas, los acantilados vuelven a estar constituidos por la franja de pizarras de Luarca, que se encontraban en Ferrero hasta la punta del Castro, donde de nuevo encontramos la sucesión volcánica del Ordovícico, que termina con una barra caliza de edad Silúrica. Por encima de ella, sigue hasta la desembocadura del arroyo de Barreo, al Sur de Viodo, la sucesión de pizarras Silúricas de la formación Formigoso que se observan en la pequeña playa de Llumeres. El extremo oriental de la misma, hasta la punta de la Narvata, está modelado en areniscas ferruginosas de Furada, que en este punto fueron objeto de explotación para el beneficio del hierro. El tramo costero que sigue, incluyendo la ensenada de Bañugues, hasta el promontorio de Aguión, está excavado en el complejo de Rañeces,en el que se observan dolomías importantes ( dolomías de Bañugues) y calizas rojas (calizas de Aguión). En la punta de Aguión volvemos a encontrarlas calizas de Moniello, que siguen hasta la ensenada de Moniello, de donde reciben el nombre. Desde aquí hasta la Punta de la Vaca se encuentran areniscas del Naranco y en este promontorio, las calizas de Candás, del Devónico superior. La población de Luanco se encuentra construida sobre calizas, arcillas y areniscas del Cretácico, discordante sobre el Paleozoico y en contacto por falla con las calizas de Candás. Por el Sur descansan directamente sobre calizas del mismo tipo, que llegan hasta la punta de Rebolleres. Sigue un tramo de costa irregular, hasta la playa de Antromero, en que los acantilados están constituidos por arenas, arcillas y calizas Cretácicas, discordantes sobre las calizas y pizarras del Carbonífero que se observan en la misma playa. Tras otro tramo en que aflora el Devónico, siendo visibles las areniscas del Naranco en el puerto de Candás, aparecen areniscas, arcillas y calizas del Pérmico en dos pequeñas manchas en el cementerio de Candás y a la entrada de la ría de Perán, discordante ésta sobre la caliza de montaña que forma el promontorio de Socampos y que se continúa hasta la playa de Carranques, donde se pueden observar las calizas rojas nodulosas de aspecto «griotte», que forman la base del Carbonífero. Siguiendo hacia el Sur, aparecen las areniscas de Candás y la caliza de Candás por debajo de la «griotte» Carbonífera, constituyendo estas últimas el promontorio de pico de Castiello y, por debajo, las areniscas del Naranco que se observan en la playa del Tranqueru. Desde aquí hasta la ría de Aboño, alternan tramos de costa formados por calizas y pizarras del Devónico inferior (caliza de Moniello y complejo de Rañeces), con tramos de areniscas y calizas del Pérmico, que se ven en la playa de Xivares descansando horizontalmente sobre las calizas rojas de Aguión (complejo de Rañeces), en disposición vertical.

Por último,  al otro lado de la ría de Aboño, aparece la cuarcita armoricana (formación Barrios) que constituye el cabo Torres y que por su costado Este se pone en contacto por falla con los terrenos Pérmicos y Mesozoicos del área de Gijón, en la cobertera post- herciniana.

Hacia el interior de la parte comprendida entre las rías de Avilés y Aboño, relieve es suave, destacando la presencia de la rasa, que se alza entre los 100 y 140 m. de altitud, extendiéndose hasta el talud del Escalón Intermedio, con indentaciones típicas de estas plataformas de abrasión marina, en que la pendiente suele rondar entre el 1,5 y el 2% hacia el mar. En dicha plataforma se encajan los cursos fluviales que siguen, al Este del cabo de Peñas, con direcciones perpendiculares a la línea de costa y paralelas a las estructuras Hercinianas de los materiales Paleozoicos que forman el sustrato, como por ejemplo los arroyos de Llantada, Caneo, Ren, Noval, Reguerón, Caleyo, Espasa, Reconco, y desembocadura del Aboño. Sin embargo, en la parte central y oriental, los cursos siguen direcciones caprichosas debido a que el sustrato está constituido por materiales Pérmicos, Jurasicos y Cretácicos post-Hercinianos horizontales o poco inclinados, en los que predomina una tectónica de fracturas irregulares.

En las cuarcitas armoricanas que se prolongan hasta el cabo Torres y que hacia el interior alcanzan casi 2 km. del anchura, se observa una superficie de abrasión marina más antigua que la rasa descrita anteriormente, cuya altitud llega, en el monte Areo, a ser de 261 m., comparable con la del borde del Escalón Intermedio más al Suroeste, en el alto de La Miranda. La altitud de esta superficie de abrasión disminuye hacia el Noreste y en la Campa de Torres tiene unos 120 m.

El tramo entre el cabo Torres y la ría de Ribadesella es el de mayor longitud y que presenta una mayor homogeneidad. Sigue una dirección aproximada Este-Oeste hasta el cabo de Lastres, en que gira al Sureste hasta la desembocadura del río Espasa, donde vuelve a seguir un rumbo Este-Oeste hasta Ribadesella.

Desde el cabo Torres, la costa está excavada en rocas de edad Jurásica, a veces recubiertas por arenas y limos Cuaternarios, como ocurre en la mayor parte del casco urbano de Gijón. En el cerro de Santa Catalina se observan, al igual que al Este del río Piles, las calizas dolomíticas del Jurásico inferior, mientras que algo más al Este, en las playas de Peñarrubia, La Providencia y de Serín, los acantilados están constituidos por una secuencia alternante de margas y calizas en capas delgadas, con fósiles (Ammonites) del Jurásico medio (formación Rodiles). Su altura es de unos 100 m. casi en vertical. Hacia el Este se encuentran calizas y margas del Jurásico superior, con niveles de conglomerados (formación La Ñora) que afloran, por ejemplo en las playas del Estaño y La Ñora, mientras alternancias de calizas arenosas, margas y areniscas (formaciones Lastres y Tereñes) predominan hasta llegar al Este de Tazones, donde reaparecen los conglomerados. En este tramo- se encuentran el arenal de Aranzón, la punta de la Escalera, punta de Peñarrubia, ensenada de España, playa de Merón, punta Cosín, punta del Olivo y punta Tazones. En la punta de la Mesnada, junto a la ría de Villaviciosa, reaparecen los conglomerados y la alternancia margo-caliza del Jurásico medio, que se vuelve a encontrar en la punta Rodiles, en el extremo oriental de la playa de Rodiles, así como en la. punta de las Lastras, al otro lado de la ensenada de la Busta, en que vuelven los conglomerados y las alternancias de margas y calizas del Jurásico superior, observables en el cabo Lastres, punta Misiera, playa de Lastres y playa de la Griega. Al Este de Buerres reaparecen las alternancias margocalizas del Jurásico medio, esta vez sin el conglomerado intermedio, y por debajo, hacia el Este, las calizas y dolomías del Jurásico inferior (formación Gijón), que se prolongan hasta la playa de Caravia, constituyendo los acantilados y playas de La Isla y La Hoya. En la playa de Caravia asoman las areniscas, conglomerados y arcillas del Pérmico, con su color rojo característico. Al Este se encuentran ya las alternancias de margas y calizas del Jurásico superior (Formaciones Lastres y Tereñes) en los acantilados de El Portiello, playa de Vega, La Mortera, Peñón del Forno y El Cueto hasta llegar a la playa de Ribadesella y, pasando la ría, constituyen el promontorio de la Guía.

La altitud del Reborde Litoral en este sector es de unos 140 metros como media, subiendo lentamente hasta unos 180 m. cerca de Ribadesella y enlazando a unos 200 m. de altura en el talud del Escalón Intermedio situado más al Sur. Por lo tanto se puede concluir que, en general, se encuentra inclinado hacia el Oeste.

 Debido a la homogeneidad del sustrato y a su predominante horizontalidad, los ríos que lo surcan suelen seguir direcciones perpendiculares a la línea de costa, como sucede con el Estaño, arroyo de la Ñora, de la Tuerva, de la Escalera, río España, río Merón,arroyos del Moliunco, del Toral, de Tuero, de Oles, Lindones, Repisón, de la Busta, de la Lastra, del Frayón, Espasa, Duesos, de Caravia, de Reguta, de Cerracín, etc. Algunos de ellos se encajan en fallas que forman gran ángulo con la línea de costa.

Las rasas costeras

El litoral asturiano presenta un perfil casi rectilíneo, sin más accidentes que las incisiones de las rías, excepto en su tramo central donde penetra en el mar una península triangular, cuyo remate es el cabo Peñas y en cuyos flancos se sitúan las principales ciudades costeas, Gijón, al Este, y Avilés, al Oeste. En esta península, las rasas -plataformas de abrasión marina- alcanzan su máximo desarrollo en amplitud -17 Km.-, presentando tres niveles a 265, 180 y 110 m de altura, separados entre sí por escarpes bien definidos. El cabo Peñas es el accidente costero más relevante de la costa cantábrica no galaica; marca el final del seno que se inicia en Estaca de Bares, al Oeste y al inicio del que concluye en el cántabro cabo de Ajo, al Este.

Entre Burela, en la provincia de Lugo, y San Vicente de la Barquera, en Cantabria, se extiende a lo largo de la línea de costa una plataforma litoral cuya anchura oscila entre los 3 y los 5 Km., sin sobrepasar los 300 m de altitud. En esta plataforma aparecen varios niveles de abrasión marina, modelados en el neógeno y emergidos con carácter definitivo en el cuaternario, y cuyo número y disposición varían en los distintos tramos del litoral asturiano. Al Oeste de Avilés aparece sólo un nivel de la rasa, a una altitud que oscila entre los 50 y 100 m; entre Avilés y Gijón, en la península del cabo Peñas, la plataforma litoral alcanza una anchura excepcional de 17 Km. y presenta tres niveles, a 265, 180 y 110 m de altitud, respectivamente, separados entre sí por escarpes bien definidos.

Entre Gijón y Ribadesella, los tres niveles de rasas son, de hecho, irreconocibles en razón de la deleznabilidad del roquedo paleozoico y mesozoico de la zona, eficazmente disecado por las redes de los ríos Pinzales, Piles, España, Llinares, Libardón (Lliberdón) y Espasa; pero de nuevo aparecen en el tramo oriental de la costa asturiana con una llamativa perfección. En este último sector, el nivel superior, entre los 100 y 300 m de altitud, da lugar a las llamadas sierras planas, como las de Cue, La Borbolla o Pimiango (Pimiangu), talladas sobre hiladas de cuarcita armoricana. El nivel inferior, modelado sobre afloramientos calizos, ha dado lugar a una extensa superficie peculiarizada por las formas de modelado cárstico.