Esta web utiliza cookies, puedes ver nuestra la política de cookies, aquí Si continuas navegando estás aceptándola
Política de cookies +
La Página de Bedri
Concejos de Asturias
Coaña - Para visitar

Para visitar


El concejo de Coaña dispone de gran variedad de lugares de interés: recursos arqueológicos (como el Castro de Coaña, el Castro de Mohías o la Estela Discoidea), museos y colecciones museográficas (Aula Didáctica del Castro de Coaña, colecciones museográficas de máquinas de escribir y de máquinas de coser), arquitectura industrial (teleférico), arquitectura popular, patrimonio religioso, etc. no olvidando el Camino de Santiago a su paso por el concejo de Coaña.

Hórreos, paneras y cabazos


Existen en el municipio de Coaña, diversos elementos de arquitectura popular, como hórreos, paneras, cabazos, molinos o lavaderos.

Por hórreos, paneras y cabazos se conocen los edificios destinados a almacenar grano y demás productos procedentes del campo. Construidos en maderas nobles, de roble y castaño, piedra (pizarra) o ladrillo, se levantan del suelo a una determinada altura, que varía según cada ejemplo, con el fin de aislar dichos productos de la humedad, los roedores y los pájaros.

Estos graneros se pueden agrupar en dos modelos constructivos, dependiendo de la utilidad que se les vaya a dar; cabazos si están especializados en el secado del maíz; hórreos y paneras para la curación de patatas, cebollas, maíz, embutidos, quesos, y el almacenaje del resto de bienes de consumo perecederos, a modo de despensa. La diferencia entre el hórreo y la panera es principalmente su tamaño, teniendo mayores proporciones la panera, con su tendencia a la planta en rectángulo y apoyada habitualmente sobre 6 pegoyos, pilares ó pies.

El momento de máxima expansión del hórreo y la panera en el concejo es a mediados del siglo XIX.

Respecto a los molinos de agua o hidráulicos, tuvieron su auge a lo largo de todo el siglo XVIII y sirvieron para la transformación del grano en harina, sustituyendo los molinos de mano, en los que se molía en tiempos anteriores el grano de trigo, escanda o centeno.

Castro de Coaña


Los castros fueron aldeas fortificadas que concentraron la población de estas comarcas durante los siglos anteriores a su conquista por Roma (29-19 a.C.). Bajo dominio imperial mantuvieron una ocupación importante como consecuencia del interés imperial por las minas de oro tan abundantes en las montañas de la Asturias occidental.

El Castelón de Coaña es el más popular de cuantos castros se conocen en Asturias gracias a lo temprano de su descubrimiento y a la gran superficie excavada a lo largo de casi doscientos años de intervenciones arqueológicas. Al igual que buena parte de los castros de la región, éste era conocido desde antiguo. Las referencias literarias con alusión a las ruinas y a su posible origen se remontan a comienzos del siglo XIX. Desde entonces ha sido objeto de intervenciones esporádicas que, con mayor o menor fortuna, han contribuido a modelar su aspecto actual y convertirlo en el paradigma iconográfico del poblado fortificado de la Edad del Hierro.

Las primeras excavaciones documentadas con cierto rigor fueron las de José María Flórez en 1877, de cuya obra se deduce la intervención en una veintena larga de construcciones y el reconocimiento superficial de algunas otras. Ya en este siglo la investigación es retomada por Antonio García y Bellido y Juan Uría que prolongan su actividad en Coaña entre los años 1940 y 1944. En 1959 es Francisco Jordá quien inicia nuevas exploraciones que se prolongarán hasta 1961 cuando el yacimiento adquiere un aspecto muy similar al que presenta en la actualidad. En las dos últimas décadas, el Principado de Asturias ha patrocinado diversas intervenciones destinadas a mejorar el conocimiento y calidad de la visita al yacimiento.

Desde 1993 el castro cuenta con un Aula Didáctica en la que se muestra la evolución de la cultura castreña desde su origen hasta el contacto con el mundo romano, cuando la explotación del oro tomará un papel decisivo en la historia de estos poblados.

El castro fue construido sobre una pequeña colina y delimitado por una gruesa muralla a la que precede en todo su perímetro un foso excavado en la roca y hoy oculto bajo la ruina de los antiguos muros. Hasta tiempos recientes se consideró que la fundación del poblado se había producido durante el siglo I d.C., ya bajo dominio romano, precisamente con la intención de albergar a individuos vinculados con la explotación del oro. Sin embargo, las excavaciones más recientes han demostrado que su creación es mucho más antigua, remontándose, cuando menos, al siglo IV a.C., es decir unos 400 años antes de su conquista por parte de Roma.

En la actualidad pueden visitarse más de ochenta construcciones totalmente excavadas que proporcionan una imagen muy precisa de la organización urbanística de los poblados castreños y de su evolución hasta época imperial.

Internamente, el poblado se organiza en varios sectores. Tiene planta romboidal en la que se distinguen claramente los siguientes espacios:

La acrópolis. Recinto de planta triangular rodeado por una muralla. Su función principal no era habitacional. El acceso estaba protegido por un torreón de planta cuadrada.

El barrio norte. Bajo la muralla norte de la acrópolis se distribuye el sector habitado, formado por cabañas de planta circular en su mayoría. Alguna de ellas presenta su acceso a través de un vEstábulo o corredor. Los muros son de pizarra y las esquinas redondeadas.

El recinto sacro. Dentro del recinto habitado, cerca de la puerta de la acrópolis hay dos grupos de construcciones asociadas a canalizaciones y a una piscina, recipiente de granito denominado ''bañera'', lo que hace pensar que se tratase de unas termas o saunas rústicas.

El núcleo más singular del poblado es, sin duda, el denominado Recinto Sacro. Se extiende al pie de la Acrópolis en una pequeña terraza que se alza sobre el camino de acceso. Las ruinas corresponden, en realidad, a dos edificios similares que se sucedieron en el tiempo que se caracterizan por la cubierta abovedada de alguna de sus cámaras, cabeceras semicirculares, utilización de hornos, canales excavados en la roca y una enorme tina tallada en granito. Son edificios exclusivos de los castros del noroeste de la Península Ibérica (Portugal, Galicia y Asturias) que fueron interpretados durante mucho tiempo como hornos crematorios. En la actualidad se admite su utilización como saunas de uso ritual cuyo origen se remonta al siglo IV a.C. aunque pervivieron, con modificaciones, hasta el siglo I d.C..

Otros puntos de interés son las murallas y cuerpos de guardia que flanquean la entrada al poblado, diversos grupos de cabañas de planta circular, oblonga y rectangular algunas de la cuales conservan bancos corridos y mobiliario doméstico como los molinos circulares y las piedras con cazoletas, utilizadas como morteros y que son características de los castros del valle del Navia.

En las inmediaciones del Castro de Coaña, se encuentra el Áula Didáctica del Castro de Coaña, en la cual se recoge diversa información sobre la cultura castreña del Noroeste peninsular, su evolución hasta la romanización y amplia información sobre la minería del oro.

  • Accesos:

Desde Navia, en la margen izquierda de la ría de Navia se encuentra la localidad del Espín, punto donde se toma la AS-12 en dirección a Grandas de Salime. Tras sobrepasar el pueblo de Coaña, se accede al castro y el aula didáctica a través de un desvío situado a la derecha de la calzada.

  • Horarios:

Temporada baja (invierno) del 1 de Octubre de 2011 al 31 de Marzo de 2012. De miércoles a domingo, de 10:30 a 15:30h. Lunes y martes cerrado.
Temporada Alta, del 01 de Abril al 30 de Septiembre de 2012, de miércoles a domingo, de 10:30 a 17.30 h. último pase recomendado a las 17.00 h. Lunes y martes cerrado.
Teléfono: 985 97 84 0

Hay tarifas especiales para niños, personas mayores, grupos y miembros de familias numerosas. Los miércoles la entrada es gratuita todo el año.

Castro Mohías


El Castro de Mohías se sitúa aproximadamente a 1 Km de la costa. Ocupa una colina de unos 70 m de altura, emplazada en la margen derecha del arroyo de Ortiguera. El Castro de Mohías fue descubierto en 1939, pero no fue excavado por primera vez hasta 1968-1970.

Las defensas son de diferentes características según las vertientes. Mientras en las laderas oeste y norte no se aprecia estructura defensiva alguna, por el este y el sur el recinto se protege al menos por tres fosos. En la zona habitacional se aprecia un cierto orden urbanístico. Las viviendas se disponen a lo largo de calles con un trazado de tendencia ortogonal y son mayoritariamente de planta cuadrangular con las esquinas redondeadas. Algunas de ellas presentan escaleras de acceso que permiten presumir que se articulaban en varias alturas. Estas cimientan sobre una zanja rellenada con diversos materiales filtrantes. Se construyen con hiladas de pizarra y tongadas de arcilla.

Característico de Mohías es el elevado número de estas cabañas en el que fueron hallados hogares claramente delimitados, y las llamadas Piedras con Cazoleta. Estos elementos has sido sellados para asegurar su conservación, por lo que en la actualidad no pueden ser contemplados.

Otro factor que particulariza Mohías respecto a los otros castros conocidos por el momento en el occidente asturiano es la diversidad de obras de infraestructura que pueden apreciarse en sus calles: canales de desagüe, tramos pavimentados o contrafuertes adosados a las esquinas de las casas para protegerlas del tránsito de los carros.

El castro estuvo habitado durante la segunda mitad del siglo I y primera mitad del siglo II. En siglos posteriores pudo ser reocupado.

Este poblado, aún sin terminar de excavar, ha sido declarado Patrimonio Histórico Artístico.

  • Accesos

Desde Navia, por la N-634 en dirección a Ribadeo, pasada la villa, se toma un desvío en dirección a Mohías y al hospital de Jarrio. A la entrada de Mohías una pista sin asfaltar conduce hasta una serrería situada junto al recinto castreño.

Estela Discoidea


Situada en pleno pueblo de Coaña, integrada en un jardín doméstico, se trata de un bloque de granito de una sola pieza. Está asociada al mundo de los castros y se le ha puesto en relación con el muy próximo Castro de Coaña aunque no se puede preciar ni su origen ni su función o cometido.,

Tiene unas dimensiones de 1,5 m de diámetro,  entre 23 y 40 cm de grosor y una altura sobre el terreno de 2,20 m.  Está perfectamente labrada por una de sus caras , siendo más rugosa y tosca por la opuesta.

Posee varios signos borrosos distribuidos en líneas sobre el gran disco de la pieza.

Fue cristianizada con el nombre de Piedra de Nuestra Señora y está declarada Monumento Nacional.

Se encuentra en el pueblo de Coaña, muy  cerca de la carreteras AS-12 de la que prácticamente puede verse estando además, perfectamente señalizada.

Es uno de los elementos identificativos primordiales del concejo de Coaña.

El Teleférico


Muestra de la arquitectura industrial en Coaña, son los restos del teleférico que estuvo en servicio entre 1949 y 1954, y que trata de ser recuperado en la actualidad como reclamo turístico por su espectacularidad.

Su función en los años 50 fue la de transportar materiales desde el puerto de El Espín (concejo de Coaña) hasta Salime (concejo de Grandas de Salime) para la construcción del embalse de Salime.

Aunque las obras del salto se habían iniciado antes, transportando los materiales por carretera, las ventajas del teleférico resultan evidentes si se tiene en cuenta que la distancia por carretera era de 76 kilómetros y la longitud del teleférico de 35,5 kilómetros, con una capacidad de transporte de 35 toneladas cada hora.

En nuestro concejo se encuentran los restos de alguna de las estaciones y varios castilletes intermedios entre la estación de carga ubicada en El Espín y la final en Grandas, cerca de la presa.

Dentro del concejo la instalación salva más de 700 metros desde la estación de carga de El Espín hasta el límite con el concejo limítrofe en el sur, Boal, donde estaba el dispositivo número 4 de anclaje y tensión, en unos once kilómetros de recorrido.

En la estación de carga de El Espín, situada al norte del puente de la carretera general, se encontraban los siguientes dispositivos: un muelle de atraque para barcos de hasta 150 toneladas, dos grúas con pala para descarga (con una capacidad de 90 y 30 toneladas por hora respectivamente), cintas elevadoras, silos con capacidad para 3.500 toneladas y tolvas para cargar las vagonetas por gravedad.

Entre la estación de carga y la primera motriz, situada en La Ronda - Coaña, el teleférico tenía una longitud de 6.850 metros, treinta caballetes y dos dispositivos de anclaje y tensión, los de Las Cruces y Busnovo. El tramo inicial sigue el curso del río Meiro, donde todavía pueden verse las bases de varios caballetes, construidas de hormigón y sobre las que se levantaba la estructura, hecha de madera de pino en su mayor parte y de Carballo la pieza superior, dada la mayor resistencia que tal pieza había de ofrecer.

De la vega del Meiro la línea del teleférico seguía hasta el dispositivo de As Cruces (el número 1), resto visible hoy en día en el margen derecho de la carretera AS-12 El Espín-Grandas y en estado de conservación aceptable. Desde Las Cruces la pendiente era mínima hasta el dispositivo número 2, levantado en Busnovo, y donde son visibles tanto la superestructura de hierro como el pozo del tensor y el anclaje.

En esta primera parte del recorrido eran necesarios además sistemas complementarios, a base de redes, para prevenir la caída de materiales desde las vagonetas sobre la carretera. Desde Busnovo el tendido tenía que salvar un fuerte desnivel hasta la estación de A Ronda, parte de cuya estructura era de madera.

El tramo alto del teleférico en Coaña atravesaba los terrenos comunales del Cordal, subiendo de La Ronda hacia Penagorda.

Iglesia de Cartavio


El origen del templo antiguo de Cartavio es medieval tal como aparece recogido en la epigrafía conservada en la iglesia, y por las referencias documentales de la época. El monasterio de Sta. María de Cartavio aparece por primera vez mencionado en el testamento del conde Froila Velaz, en el 976, en el cual el noble dona a la iglesia de Oviedo ese monasterio, heredado de sus antepasados aunque no se conserva nada de esta primitiva construcción.

Sin embargo, bajo la ventana de la actual iglesia hay dos lápidas empotradas, una de ellas con la fecha 976; la segunda parece corresponder al siglo XII. Queda también como vestigio de edificación románica (junto con el ábside de Miudes, la única muestra de este estilo en la zona costera occidental), una ventana de forma circular.

La iglesia actual es un sencillo edificio de cruz latina, con presbiterio ochavado, capillas en el primer tramo de la nave y pórtico a los pies sobre el que se eleva una torre campanario. Construcción de gruesos muros, con bóvedas de cañón y arcos fajones de medio punto, presenta refuerzos exteriores mediante contrafuertes. Sólo el crucero y las capillas laterales tienen un ligero apuntamiento de la bóveda de arista y el crucero se cubre con bóveda nervada. A los pies, flanqueando el pórtico, se ubican la biblioteca y el salón parroquial, y en la cabecera, a ambos lados del presbiterio, se disponen simétricamente las estancias de trastero y sacristía.

Embalse de Arbón


Es un embalse sobre el río Navia que cuenta con una longitud de costa de 36,20 Km., en el que se puede practicar la navegación, el baño y la pesca.

Es de interés ecológico la vegetación de ribera.

Existe un Área recreativa en los Puentes de Castrillón

  • Accesos

Las condiciones de accesibilidad son buenas, llegando desde la carretera AS-12.