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La Página de Bedri
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Prostaglandinas

¿Qué son las prostaglandinas?

Las Prostaglandinas son un conjunto de sustancias que pertenecen a los ácidos grasos de 20 carbonos (eicosanoides), que contienen un anillo ciclopentano y constituyen una familia de mediadores celulares, con efectos diversos y, a menudo, contrapuestos.

Las prostaglandinas son sustancias parecidas en su estructura a las hormonas que regulan la actividad de las células diariamente y entre otras funcionas controlan los procesos inflamatorios. Unas prostaglandinas afectan el tono muscular de las arterias, disminuyen la presión sanguínea o reducen el agregamiento plaquetario. Otras tienen efectos opuestos y existe un delicado equilibrio entre estos efectos el cual determina nuestro estado de salud. Es decir la dieta tiene que favorecer un equilibrio entre los distintos tipos de prostaglandinas para que no exista un efecto demasiado pronunciado de un determinado tipo. Las prostaglandinas se fabrican a partir de los ácidos grasos esenciales presentes en los alimento. Es muy importante que la dieta tenga un equilibrio entre los distintos tipos de ácidos grasos esenciales para que haya un estado de salud óptima.

Las prostaglandinas, compuestos biológicamente muy activos, se hallan en casi todos los tipos de células y son reguladores vitales que contribuyen al mantenimiento de las funciones de los diversos órganos corporales. Las prostaglandinas, por ejemplo, desempeñan un papel fundamental en el proceso de la hemostasia o detención de un proceso hemorrágico: unas inducen la agrupación plaquetaria y son potentes vasoconstrictores, mientras otras se comportan como antiagregantes y vasodilatadores.

Historia y nombre

El nombre de prostaglandina proviene de la glándula prostática. Cuando las prostaglandinas fueron aisladas por primera vez en el líquido seminal en 1936, se creyó que formaba parte de las secreciones de la próstata. En 1971, se descubrió que el ácido acetilsalicílico y sus derivados pueden inhibir la síntesis de prostaglandinas. Los bioquímicos Sune K. Bergström, Bengt I. Samuelsson y John R. Vane recibieron juntos en 1982 el Premio Nobel en Fisiología y Medicina por sus investigaciones sobre prostaglandinas.

Síntesis de las prostaglandinas

Se sintetizan a partir del ácido araquidónico por la acción de diferentes enzimas como cicloxigenasas, lipoxigenasas, el citocromo P-450, peroxidasas, etc. La ciclooxigenasa da lugar a prostaglandinas, tromboxano A-II y prostaciclina (PGI2); la lipoxigenasa da lugar a los ácidos HPETEs, HETE y leucotrienos; el citocromo P-450 genera HETEs y hepóxidos (EETs). La vía por la cual el ácido araquidónico se metaboliza a eicosanoides depende del tejido, del estímulo, de la presencia de inductores o inhibidores endógenos y farmacológicos, etc.

Tipos y obtención

Hay 30 prostaglandinas diferentes que se agrupan en tres familias o series dependiendo de qué ácido graso proceden. Las prostaglandinas de la serie 1 y 2 provienen de los ácidos grasos de la familia omega 6. Se forman a partir del ácido linoleico presente sobre todo en las semillas de girasol, las semillas de calabaza, los frutos secos, la soja y el sésamo. Nuestro cuerpo transforma al ácido linoleico (LA) en ácido dihomo- gamma linoleico (DGLA) y después en ácido araquidónico (AA). Las prostaglandinas de la serie 1 se fabrican a partir de del DGLA y son antiinlamatorias y las prostaglandinas de la serie 2 a partir del ácido araquidónico (AA) y son proinflamatorias. El ácido araquidónico se puede fabricar a partir del ácido linoleico como base pero también se ingiere en la dieta ya que está presente en la carne y en los alimentos de origen animal.

Las prostaglandinas de la serie 3 provienen de ácidos grasos de la familia omega 3 con el ácido alfa-linolénico (LNA) como el ácido graso inicial. El ácido alfa-linolénico se encuentra en el aceite de lino, el aceite de cártamo, las nueces y los vegetales de hoja verde. Nuestro organismo transforma el LNA en ácido eicospentaenoico (EPA), que también se puede ingerir en la dieta ya que se encuentra en los pescados azules como el salmón, la trucha, el atún o las sardinas y en algunas algas. Las prostaglandinas de la serie 3 o PG3 se fabrican a partir del ácido EPA y son antinflamatorias.

Las prostaglandinas inflamatorias son necesarias ya que la inflamación es un proceso que utiliza nuestro organismo para eliminar sustancias de desecho, pero una vez iniciado nos interesa que haya la menor cantidad posible de estas prostaglandinas para que la inflamación se calme.

Para disminuir la producción de prostaglandinas proinflamatorias de la serie 2 se deberá en primer lugar restringir al máximo la ingesta de carne y de alimentos de origen animal como huevos o productos lácteos. Pero hay que tener en cuenta que los ácidos grasos de la familia omega 6 pueden llegar a convertirse en ácido araquidónico con lo que podrían favorecer la inflamación. Esto no significa que no debamos consumir frutos secos, habas de soja o semillas, todos ellos ricos en omega 6, sino que debemos asegurarnos de que a la vez estamos consumiendo suficientes ácidos grasos omega 3 para que no haya un desequilibrio entre los dos. En un proceso inflamatorio grave será mejor dejarlos de lado por un tiempo. Para aumentar la producción de prostagladinas antiinflamatorias se deberá por otro lado incrementar la ingesta de alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 presentes sobre todo en los aceites de pescado, pescados azules, aceite de lino y vegetales de hoja verde.

Las prostaglandinas fueron descubiertas por sus efectos sobre los músculos lisos, en particular por su capacidad para contraer el músculo de la pared intestinal y el músculo uterino. Las prostaglandinas se sintetizan en todas las células y tejidos del organismo a excepción de los glóbulos rojos. Aunque juegan un papel de mediador en numerosos procesos biológicos, se diferencian de las hormonas en que no se almacenan sino que se sintetizan y liberan inmediatamente.

Las prostaglandinas son sintetizadas a partir del ácido araquidónico (y de otros ácidos grasos insaturados C20 llamados eicosanoides) siguiendo la vía metabólica de la ciclooxigenasa (COX), una enzima ampliamente distribuida que es capaz de producir un ciclo y de introducir oxígenos en los precursores para crear las prostaglandinas que derivan todas ellas ácido prostanoico.

Las prostaglandinas se clasifican en tres grupos: grupo A (PGA), grupo E (PGE) y grupo F (PGF) según los sustituyentes presentes en el pentaciclo del ácido prostanoico

Función de las prostaglandinas

Las prostaglandinas influyen también en la actividad del estómago y los intestinos, en la liberación de hormonas sexuales, y en las contracciones uterinas que al parecer son en parte responsables de los dolores y molestias menstruales. Éstas serían las prostaglandinas malas. Pero, al igual que sucede en el caso del colesterol, también las hay buenas, por ejemplo la prostaglandina E1 (PGE1), formada a partir del ácido gamma-linolénico, ingrediente activo del aceite de onagra.

La PGE1, entre otras acciones, dilata los vasos y mejora la corriente sanguínea, reduce la presión sanguínea a límites normales, ayuda a prevenir la acumulación de colesterol, permite una mayor eficacia a la insulina, inhibe la trombosis, contrarresta las inflamaciones y controla la artritis, ayuda a regular la función cerebral, inhibe la proliferación anormal de células y regula el sistema de inmunización, y alivia los síntomas físicos y mentales del síndrome premenstrual y de la menopausia.

Las prostaglandinas deben ejercer su efecto sobre las células de origen y las adyacentes, actuando como hormonas autocrinas y paracrinas, siendo destruidas en los pulmones. Las acciones son múltiples y algunas tienen utilidad práctica, como la PGE1, que se utiliza en clínica para mantener abierto el ductus arteriosus, en niños con cardiopatías congénitas (alprostadil) y para el tratamiento o prevención de la úlcera gastroduodenal (misoprostol). La PGE2 (dinoprostona) se emplea como oxitóxica en la inducción del parto, la expulsión del feto muerto y el tratamiento de la mola hidatiforme o el aborto espontáneo.

Se pueden resumir las funciones de las prostaglandinas en tres puntos:

  • Intervienen en la respuesta inflamatoria: vasodilatación, aumento de la permeabilidad de los tejidos permitiendo el paso de los leucos, antiagregante plaquetario, estímulo de las terminaciones nerviosas del dolor...
  • Provocan la contracción de la musculatura lisa. Esto es especialmente importante en la del útero de la mujer. En el semen humano hay cantidades pequeñas de prostaglandinas para favorecer la contracción del útero y como consecuencia la ascensión de los espermatozoides a las Trompas de Falopio. Del mismo modo, son liberadas durante la menstruación, para favorecer el desprendimiento del endometrio. Así, los dolores menstruales son tratados muchas veces con inhibidores de la liberación de prostaglandinas.
  • Intervienen en la regulación de la temperatura corporal.

Funciones

Las prostaglandinas tienen efecto sobre la resistencia vascular cortical renal, produciendo un aumento del flujo sanguíneo cortical renal con el consiguiente aumento del volumen intracelular y disminución de la resistencia periférica. De esta manera, junto con la hormona ADH y con la aldosterona, regulan en forma hormonal la presión arterial.

Las prostaglandinas que debemos producir en mayor cantidad en nuestro cuerpo son las PG1 y PG3, ya que cumplen las siguientes funciones:

  • Regulan el flujo de ustancias dentro y fuera de las células.
  • Reducen la formación de plaquetas.
  • Bajan la presión sanguínea y colesterol.
  • Regulan la presión de los ojos, articulaciones y vasos sanguíneos.
  • Actúan como drenadores del riñón.
  • Dilatan los vasos sanguíneos.
  • Regulan la división celular y pueden ayudar a prevenir el cáncer.
  • Previenen inflamaciones.
  • Regulan la respuesta al dolor, inflamación e hinchazón.
  • Ayudan a que la insulina sea más efectiva.
  • Mejoran la función de los nervios y del sistema inmunitario.
  • Regulan el metabolismo del calcio.
  • Previenen la salida del ácido araquidónico de las membranas de las células.
  • Regulan la producción de esteroides.
  • Se encargan de movilizar las grasas saturadas.

Por otro lado, las prostaglandinas PG2

Cumplen las siguientes funciones:

  • Promueven la coagulación.
  • Inducen la retención de sal y agua, y el aumento de la presión sanguínea.
  • Favorecen la inflamación.

Aunque estas funciones son importantes para el organismo, es importante no producir PG2 en exceso.

La mejor forma de controlar su producción, es generando más cantidades de las PG1 y PG3, que son las que ejercen control sobre el ácido araquidónico (precursor de las PG2). Esto se consigue consumiendo aceites Omega 6 y 3, vegetales de hoja verde, pescado azul y reduciendo el consumo de la carne roja y productos lácteos.

Por otro lado, ciertos factores pueden inactivar las enzimas que se encargan de poner el metabolismo de estos aceites en marcha para producir prostaglandinas.

Éstos son

Cuando alguno de estos factores está presente, las enzimas quedan inhibidas bloqueando la formación de las PG1 y PG3. Esto significa que aunque tomemos aceite de lino o comamos frutos secos o vegetales de hoja verde, si las enzimas están bloqueadas, no podremos metabolizar dichos alimentos y convertirlos en prostaglandinas. Esto puede producir o agravar problemas como el síndrome premenstrual, dolor de pechos, artritis, eczema, asma, diabetes, síndrome de la fatiga crónica y problemas cardiovasculares, entre otros. En estos casos, lo mejor es tomar aceites que, dentro de la cadena metabólica, no requieran la ayuda de las enzimas para convertirse en prostaglandinas PG1 y PG3. Estos aceites son los de borraja, semillas de grosella y onagra (altos en GLA), para formar las PG1; y pescado como el salmón, trucha, caballa, sardinas, arenques (altos en EPA), para formar las PG3. Sin embargo, la solución no es sólo esquivar el bloqueo metabólico con ciertos aceites, sino evitar todos aquellos factores que puedan bloquear las enzimas.

Prostaglandinas y cáncer

En la síntesis de prostaglandinas intervienen dos enzimas principalmente: la ciclooxigenasa 1 (COX-1) y ciclooxigenasa 2 (COX-2). En determinados procesos patológicos, como en las inflamaciones y en las neoplasias, existe una sobreexpresión de la enzima COX-2, que cataliza prostaglandinas como la PGE2 que estimula la angiogénesis y la progresión tumoral. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) reducen el riesgo de padecer cáncer, como el cáncer de mama, de colon y de próstata, sobre todo los inhibidores selectivos de la COX-2, como celecoxib, aunque todavía debe confirmarse en ensayos clínicos.

ADVERTENCIA: si usted está enfermo o cree que pudiera estarlo acuda a su médico, solo él puede ofrecerle un diagnostico y un tratamiento adecuado a su caso basado en el conocimiento y en estudios serios, rigurosos y avalados por la evidencia científica demostrable. La salud es un bien que no tiene repuesto.

Documentación

http://geosalud.com
http://www.herbogeminis.com
http://www.iqb.es
http://es.wikipedia.org/