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La Página de Bedri
Libreta de apuntes
Ácido hialurónico

¿Qué es el ácido hialurónico?

Es un polisacárido viscoso que existe en la sinovia, humor vítreo y tejido conjuntivo colágeno. Se utiliza en la viscososuplementación, una técnica para sustituir el líquido sinovial perdido durante las artroscopias. El ácido hialurónico es utilizado también como material de relleno en cirugía estética. Es un componente natural del liquido sinovial de las articulaciones y está disponible en la matriz extracelular del tejido conectivo.

En el cuerpo humano, cara labios y encías, el tejido dérmico esta compuesto entre otros por fibras de colágeno y moléculas de ácido hialurónico que retienen el agua y generan volumen.

El acido hialurónico está presente en altas concentraciones en el cartílago y en el líquido sinovial siendo un importante componente de las matrices extracelulares corporales, a quienes confiere las funciones de amortiguación y lubricación articular por sus propiedades viscoelásticas. Además, la presencia de acido hialurónico en la matriz extracelular permite transportar los nutrimentos en las células y eliminar los residuos.

El acido hialurónico está presente en todos los tejidos vivos y tiene unas propiedades excepcionales.

El ácido hialurónico es un polisacárido, linear hidrofílico polianiónico de alto peso molecular, compuesto exclusivamente por unidades disacárides repetidas de ácido glucurónico y N-acetilglucosamina.

El ácido hialurónico (AH) es un polisacárido del tipo de glucosaminoglucanos con enlaces β, que presenta función estructural, como los sulfatos de condroitina. De textura viscosa, existe en la sinovia, humor vítreo y tejido conjuntivo colágeno de numerosos organismos y es una importante glucoproteína en la homeostasis articular. En seres humanos destaca su concentración en las articulaciones, los cartílagos y la piel. En un hombre medio de 70 kilogramos de peso puede haber una cantidad total de 15 gramos de ácido hialurónico en su cuerpo, y un tercio de éste se degrada y sintetiza cada día.

Está constituido por cadenas de carbohidratos complejos, en concreto unos 50000 disacáridos de ácido N-acetil glucosamina y ácido glucorónico por molécula y deriva de la unión de aminoazúcares y ácidos urónicos. Esta cadena se sitúa formando espirales con un peso molecular medio de 2 a 4 millones. Presenta la propiedad de retener grandes cantidades de agua y de adoptar una conformación extendida en disolución, por lo que son útiles a la hora de acojinar o lubricar. Estas propiedades se consiguen gracias al gran número de grupos OH y de cargas negativas de esta molécula, lo que permite, por el establecimiento de fuerzas de repulsión, que se conserven relativamente separadas entre sí las cadenas de carbohidratos.

Algunas bacterias patógenas desarrollan hialuronidasa convirtiéndose en un factor de virulencia ya que este enzima hidroliza el ácido hialurónico de la matriz extracelular.

Su función principal es mantener la piel lisa e hidratada, ya que es capaz de absorber hasta 1000 veces su peso en agua.

Historia

En 1934 el farmacéutico alemán Karl Meyer y su colega John Palmer, doctores de de la Universidad de Columbia (Nueva York) lograron aislar en el laboratorio de oftalmología de la universidad una sustancia hasta entonces desconocida a partir del cuerpo vítreo de los ojos de las vacas. Descubrieron que esta sustancia contenía dos macromoléculas de azúcar, y que una de ellas era ácido urónico. A raíz de esto tomaron la decisión de darle el nombre de ácido hialurónico a partir de las palabras hialoide" (vítreo) y ácido urónico. La sustancia, que ayudaba al ojo a conservar su forma, era sumamente viscosa, lo que hizo sospechar a Meyes que podría tener algún empleo terapéutico. Sin embargo su extracción a partir de los ojos de las vacas no era factible comercialmente.

El ácido hialurónico fue utilizado por primera vez con fines comerciales en 1942, cuando el científico húngaro Endre Balazs utilizó las técnicas de Meyer para sintetizar el ácido de las crestas de los gallos, que hoy día continúa siendo una de las fuentes de ácido hialurónico más provechosas. Interesado por el compuesto patentó un el primer uso de este ácido: sucedáneo de la clara de huevo en los productos de pastelería. Balazs llevó a cabo la mayor parte de los descubrimientos sobre hialurónico durante los últimos cincuenta años, habiendo sido premiado por su carrera en numerosas ocasiones e incluso le han puesto su nombre a los premios de la Sociedad Internacional de Investigación Ocular.

Propiedades

Las principales propiedades del acido hialurónico es brindar elasticidad y viscosidad a las articulaciones permitiendo resistir al peso y absorber los choques.

El acido hialurónico permite una excelente absorción de agua en los tejidos y ayuda en el transporte de los nutrimentos a las células.

El acido hialurónico hace bajar el tipo de prostaglandinas que son la causa de las inflamaciones; además estimula la reparación de tejidos.

En cirugía estética el acido hialurónico es empleado para el aumento de labios y relleno de arrugas faciales siendo esencial en la reparación y la renovación celular de la piel mejorando la suavidad, la elasticidad y la firmeza de la cara.

Uso médico y terapéutico

En la farmacopea de numerosos países se utiliza como cicatrizante de heridas y úlceras de decúbito en aplicación tópica. Se encuentra incluido dentro del grupo D03 del código internacional ATC, concretamente con el código D03AX05.

Su uso en cosmética, el sector de mayor demanda, se conoce desde 1996, aunque cubre múltiples necesidades. El ácido hialurónico posee la capacidad de retener el agua en un porcentaje equivalente a miles de veces su peso. Es por ello que se emplea para hidratación de la epidermis ya que reconstituye las fibras que sostienen los tejidos de la piel. Se utiliza en la viscososuplementación, una técnica para sustituir el líquido sinovial perdido durante las artroscopias y como tópico o en sesiones de mesoterapia. Por ello, en crema previene arrugas y ayuda a retener el agua.

La función principal del ácido hialurónico es como material de relleno en cirugía estética utilizándose en implantes y rellenos. Este material, además de alisar los pliegues subcutáneos estimula la producción de colágeno, lo que multiplica y prolonga el resultado rejuvenecedor. Su utilización destaca en la voluminosidad de los labios y pómulos, así como para alisar la frente y las marcas cutáneas aunque también se administra para reducir las cicatrices del acné severo y otros problemas cutáneos que ocasionen pérdida de piel. El ácido hialurónico se inyecta donde no hay músculo justo bajo la piel donde está la arruga.

También se emplea en clínicas de fertilidad, en el aumento de volumen de los tejidos y como suplemento nutricional para las articulaciones en tratamientos por dolores en las mismas o con osteoartritis y para el tejido conjuntivo o conectivo. El ácido hialurónico puede también eliminar los radicales libres, los subproductos dañinos para el tejido derivados del metabolismo del oxígeno, que pueden provocar inflamaciones y cáncer. También en la cirugía ocular veterinaria.

Aplicaciones del acido hialurónico en medicina estética

Con el envejecimiento la piel presenta una menor regeneración de las células cutáneas y una disminución del tejido celular subcutáneo.

Las fibras colágenas de la piel pierde elasticidad con la edad y disminuyen, produciendo una piel seca, arrugada y sin elasticidad llevando a nivel de la estética facial a la aparición de arrugas, principalmente a las llamadas arrugas causadas por la risa, las patas de gallo, arrugas en la frente y las arrugas alrededor de los labios.

En medicina estética, donde mujeres y hombres persiguen la belleza, el acido hialurónico estabilizado es un moderno implante desarrollado en Suecia, que tiene como finalidad aumentar el volumen de los labios y rellenar las arrugas faciales.

El implante de acido hialurónico empleado por los cirujanos estéticos es un gel totalmente biocompatible y biodegradable que actúa contra las arrugas, y su principal función en medicina estética es crear volumen en aquellas zonas en que se haya producido una merma del ácido hialurónico inherente al organismo (en la cara lleva a la aparición de arrugas facial).

Además del relleno de acido hialurónico para tratar las arrugas faciales también es empleado para el perfilado de los labios y para el aumento de labios.

Al tratarse de un producto natural, con el paso del tiempo el implante de acido hialurónico colocado por los especialistas de medicina estética es absorbido por el organismo sin ningún tipo de efecto secundario, transformándose en agua y dióxido de carbono.

Aplicaciones del acido hialurónico en odontología

En odontología las principales aplicaciones del acido hialurónico son la la inyección intraarticular del ácido hialurónico en pacientes con disfunción temporomandibular, favoreciendo la regeneración tisular de encías y mucosa bucal.

  • Acido hialurónico y reparación de la mucosa bucal

El acido hialurónico protege y favorece la reparación de la mucosa bucal.

Como explicamos anteriormente, el acido hialurónico esta presente de forma natural en el organismo y especialmente en la mucosa bucal y en las encías.

Sus principales aplicaciones en la mucosa bucal son facilitar el proceso de cicatrización, reparación y regeneración tisular de las encías y mucosa bucal.

En cirugía bucal y en intervenciones quirúrgicas de implantes dentales se emplea para impedir que microorganismos y agentes irritantes contacten con la superficie de la herida por lo que se intenta que disminuya el riesgo de infección.

Cicatrización y regeneración tisular y de la mucosa bucal.
Modula el proceso de cicatrización.
Activa la cicatrización y estabiliza la matriz extra celular.
Protege los nuevos tejidos de los radicales libres durante el intercambio molecular
Facilita la migración y la proliferación celular.
Mantiene la matriz hidratada facilitando la migración de células de la lesión.
Favorece la formación de vasos sanguíneos.
Activa la proliferación de fibroblastos y proteínas: colágeno y elastina.
Estimula la actividad antibacteriana cutánea.
Favorece la producción de defensina DEFb2, péptidos que estimula la actividad antibacteriana y la reparación tisular.
Aumenta la viscosidad del entorno que impide el paso de virus y bacterias.

  • Acido hialuronico y articulación temporo mandibular

La inyección intraarticular del acido hialurónico ha sido empleada en pacientes con disfunción temporomandibular y en otras patologías de la articulación temporomandibular.

Se piensa que la aplicación intraarticular de ácido hialurónico en pacientes con disfunción temporomandibular mejora la función y disminuye el dolor debido a sus propiedades mecánicas y metabólicas.

Su acción mecánica se basa en la lubricación y consiguiente reducción del desgaste articular previniendo las adhesiones y reduciendo la fricción en el espacio intraarticular.

También actúa disminuyendo los niveles de los mediadores de la inflamación contribuyendo de esta forma en el alivio de la sicopatología dolorosa articular.

Su acción metabólica consiste en facilitar la nutrición hacia las zonas avasculares del disco y del cartílago condilar. Actúa en la unión de los glusosaminoglicanos para formar el proteoglicano que bajo condiciones patológicas, se desagrega y dispersa en la cavidad sinovial.

A pesar de tener una marcada importancia en la lubricación articular, su función en relación a la mejoría de la patología articular no es conocida con precisión.

Aplicaciones orales del acido hialuronico

El acido hialurónico a nivel bucal se recomienda para favorecer el proceso de reparación de las lesiones de la mucosa y de las encías:

  • Intervenciones quirúrgicas y procedimientos de odontologia

Tratamiento de la periodontitis (curetajes y alisado radiculares)
Reparación del tejido gingival durante el tratamiento de la gingivitis y periodontitis
Extracciones dentales
Implantes dentales

  • Lesiones o úlceras por roce

Ortodoncia y roces del alambre de los brackets
Prótesis dentales removibles "quita y pon"
úlceras y aftas
Quemaduras por calor o químicas

Investigaciones

  • Efectos a medio y largo plazo

Un equipo de investigadores de la Universidad de Míchigan seleccionó un grupo de voluntarias sanas con una media de edad de 74 años y una piel aceptable, y les inyectaron ácido hialurónico en varios puntos de uno de los antebrazos. En el otro, las participantes recibieron únicamente suero salino como placebo. Transcurridas unas cuatro semanas realizaron una biopsia que repitieron a los dos meses y medio para evaluar el estado de la piel de las mujeres. El ácido hialurónico había ocupado el hueco que había dejado el colágeno perdido, como venía siendo de esperar, pero además estimuló la producción de esta proteína cutánea mediante el esponjamiento de los fibroblastos. Este doble efecto explica por qué los efectos del ácido hialurónico son acumulativos y se notan más pasado entres seis meses y un año desde las inyecciones.

El experimento ha sido criticado por haberse aplicado únicamente a un grupo reducido y que se aplicaron en el brazo de las participantes y no en las zonas en las que normalmente se inocula en las consultas médicas. Sin embargo, los expertos defienden que no hay evidencias de que los efectos logrados en esta zona y el funcionamiento de esta sustancia no vayan a ser los mismos en la piel del rostro.

  • Uso en atletas

El efecto del ácido hialurónico en las articulaciones puede acelerar la recuperación después de un esguince de tobillo según conclusiones de extraídas de un experimento realizado en Canadá.

El equipo dirigido por el doctor Robert J. Petrella, de la Universidad de Western Notario dividió al azar en dos grupos a 158 atletas con esguince de tobillo. Un grupo recibió inyecciones de ácido hialurónico y el otro un placebo. Todos los participantes recibieron la terapia RICE estándar con sujeción o yeso en el tobillo, según fuera necesario. El equipo controló a los pacientes durante 90 días.

El 90 por ciento de los atletas que recibió ácido hialurónico volvió a entrenar a los ocho días, frente al 71 por ciento de aquellos que recibieron placebo. Los atletas competitivos que recibieron las inyecciones después de un esguince de tobillo pudieron volver al deporte a los 11 días, comparados con los 17 días que necesitaron aquellos que recibieron inyecciones de placebo.

Los resultados concluyeron con que el ácido hialurónico formaría un tipo de cicatriz en los ligamentos del tobillo lesionado. En Estados Unidos, Canadá y otros países se está solicitando a las autoridades regulatorias la aprobación del uso del ácido hialurónico para tratar el esguince de tobillo.

  • Tratamiento de la artrosis con ácido hialurónico

El ácido hialurónico es una terapéutica cada vez más utilizada en el tratamiento de la artrosis debido a sus propiedades analgésicas y como regenerador del cartílago articular. Sin embargo, hasta ahora no se había hecho un estudio objetivo para valorar su validez ya que sólo se valoraba por esquemas analógico-visuales que están muy condicionados por la subjetividad del paciente y del propio médico.

La revista española Rheuma, ha publicado un estudio llevado a cabo por médicos del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia en el que valoran la efectividad de este tratamiento con un análisis funcional de la marcha, estudiando su patrón cinético ya que la artrosis modifica los patrones habituales de la marcha y condiciona la adquisición de posturas antiálgicas que se manifiestan en la cínica por la cojera. Si el ácido hialurónico es realmente útil, una vez aplicado, la marcha debe recuperar su simetría y patrones normales.

Se han valorado distintos parámetros cinéticos de la marcha como el apoyo del talón, propulsión y fuerza de frenado y de apoyo. Existen diferencias estadísticamente significativas entre los individuos sanos estudiados y los enfermos, sobre todo en el apoyo del talón y el despegue de la punta del pie así como en las fuerzas de frenado; sin embargo, no hay diferencias significativas en el tiempo de apoyo de cada pie que justifiquen la cojera. Una vez finalizado el tratamiento con ácido hialurónico, desaparecen las diferencias en la marcha entre los individuos sanos y los afectos de artrosis y se cree que es debido a su efecto analgésico. Aparece una importante mejoría funcional en las características de la marcha.

De este estudio se deduce que el tratamiento de la artrosis con ácido hialurónico intraarticular es efectivo y permite recuperar el patrón normal de la marcha.

  • Uso en artrosis de rodilla

Los autores de este trabajo examinaron los efectos de inyecciones intraarticulares de hialurónico GF-20 en la concentración de hialurónico en el líquido sinovial, viscosidad, y elasticidad a los 6 meses en pacientes con artrosis media a moderada de las rodillas. Se tomaron pacientes con artrosis sintomática de rodilla con un nivel 1-2 según la escala Internacional de la Sociedad de Osteoartritis, a los que se aspiró líquido sinovial antes y a los 3 y 6 meses tras la inyección de hialurónico.

Las muestras que se consiguieron de 32 extracciones de los 60 pacientes que iniciaron el estudio (15 hombres y 17 mujeres con una media de edad de 65 años) a los 3 meses después de la inyección mostraron que concentración media de hialurónico aumentó un 13%. También se dispuso de suficiente líquido sinovial en 19 de estos pacientes a los 6 meses tras la inyección con un incremento del 10% (p < 0,053).

Estos resultados sugieren que un posible mecanismo de acción para la viscosuplementación es promover la producción endógena de hialurónico, facilitando la mejora de los pacientes con artrosis.

De igual manera, desde los años 70 el ácido hialurónico ha sido inyectado en las rodillas de caballos de carreras artríticos para reducir la inflamación.

  • Producción de derivados

Durante los últimos años se ha utilizado la biotecnología para desarrollar los derivados del ácido hialurónico con dimensiones moleculares específicas en vías de aumentar más aún sus funciones. Los autores apuntan que este material puede ser beneficioso en el tratamiento de otras alteraciones cutáneas caracterizadas por la atrofia y la pérdida de colágeno, como la lipodistrofia ocasionada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) o por el uso de terapias tópicas con esteroides.

Impacto económico

Su utilización en cirugía estética y quirúrgica lo ha llevado a cobrar importancia dentro del sector. En 2004 el kilogramo más barato de esta sustancia se movía alrededor de los 5.000 euros.

El ácido hialurónico se suele obtener de fuentes naturales como las crestas de los gallos, la aleta de tiburón, las articulaciones de las vacas, los residuos del procesado de pescado (intestinos, ojos, etc.) y el cordón umbilical.

El ácido hialurónico no puede obtenerse por síntesis únicamente mediante técnicas de bioingeniería con un procesos de fermentación bacteriana del ácido urónico o mediante fuentes naturales, que suelen ser las más comunes. Su producción se está llevando incluso a la industria agroalimentaria. La fuentes más utilizadas son las crestas de los gallos, la aleta de tiburón y el cordón umbilical. En concreto, las crestas de los gallos es una de las fuentes más provechosas de este compuesto ya que tras las matanzas esta pieza se tira. En los gallos, la cresta es esencialmente una gran superficie de piel, que aumenta su concentración de ácido hialurónico como respuesta a la testosterona. Las gallinas también poseen este compuesto pero en menor medida.

Otra de las fuentes principales de este compuesto era el humor vítreo y líquido sinovial de las articulaciones de ganado vacuno pero a raíz del problema de las vacas locas estas fuentes se encuentran sometidas a fuertes reservas. El grupo de Reciclado y valorización de residuos del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) a fin de aprovechar los residuos del procesado de pescado ha patentado una forma de extraer ácido hialurónico a partir de ellos.

Su desarrollo y la fabricación de compuestos derivados está promoviendo la elaboración de numerosas patentes. Algunos ejemplos son el Ácido Hialurónico No-Animal y Estabilizado (NAHSA) que como no contiene proteínas de origen animal no exige que se efectúe un test de la piel antes del tratamiento y el DXL™, fórmula de moléculas de ácido hialurónico de doble entrecruzamiento, para hacer que el ácido hialurónico dure más.


Documentación

Cortés A, Almajano S, Hernández Royo A, Izquierdo A. - Valoración del tratamiento con ácido hialurónico. Análisis de la simetría de la marcha. - Rheuma 1 (ene-feb 2001) ; 23-26

http://www.arrebatadora.com
http://www.iqb.es
http://www.propdental.com
http://www.ucm.es/info/fmed/medicina.edu/Temasinteres/acidoartro--7jul.htm
http://es.wikipedia.org/