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La Página de Bedri
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Regresaba a casa una tarde de invierno. Ya había anochecido y atravesé un pequeño parque con las prisas de la hora. Pasaba junto a una zona de arbustos cuando algo me llamó la atención. Entre la vegetación asomaba lo que parecía ser una billetera. Lo recogí y vi que era una carterita de esas que se utilizan para contener CDs. Sin detenerme, puesto que tenía prisa, observé que no había nadie cerca ni a la vista a quien preguntar por el propietario. Me dirigí a la parada y una vez allí lo abrí buscando una identificación para devolverlo, no había nada. Contenía varios discos rotulados con un evento en un lugar y una fecha. Así que decidí esperar poder consultar el contenido en busca de algún documento que me permitiera devolver la carterita y su contenido a su propietario.

Una vez en casa, y tras cenar, tomé el primero de los discos, rotulado con Fiesta de, y el nombre de un pueblo; y la fecha, agosto de 2008. Introduje el CD en el lector y lo abrí. Contenía dos carpetas, una de fotografías y otra de vídeos.

Entré en la primera que contenía numerosas fotografías y que ordené de más antiguo a más reciente. Abrí la primera de ellas y luego varias al azar; no obtuve nada útil, eran fotografías de grupos de personas, comiendo en una gran mesa, bailando o viendo bailar en una verbena y otras de esas mismas personas bebiendo. Pasé entonces a la carpeta de vídeos, abrí el primero y me sorprendió lo que vi. Una mujer blanca teniendo sexo con un hombre joven negro. La calidad no era nada buena, la mala iluminación, el aparato de grabación y probablemente la impericia del operador lo hacían bastante defectuoso, sin embargo se podía ver bien la escena y también oír lo que hablaban.

La mujer cuyo rostro se podía ver sin dificultad era ciertamente hermosa. Tenía los ojos cerrados y el hombre estaba sobre ella, en la postura del misionero. Vi la totalidad del vídeo y los siguientes. Luego regresé la las fotografías y las vi todas. Había otras diferentes a las que había visto antes. Algunas de esas fotos habían sido tomadas en los intervalos entre grabación y grabación de vídeo. Luego, al consultar los metadatos comprobé que todo se había realizado con una cámara fotográfica de la que conocí la marca, el modelo y hasta el nombre de la propietaria.

Tras haber visionado todos los vídeos y haber visto todas las fotografías me pude hacer una idea bastante aproximada de que había pasado. Todo parece indicar, que durante la fiesta del pueblo que titula el CD, dos mujeres una de ellas sale en casi todas las fotografías y a partir de un momento, en todas, sola o acompañada por un joven negro. Sale vestida en algunas pero en muchas desnuda y practicando sexo, pero lo mejor son los vídeos.

Son dos mujeres, la autora de las fotos y vídeos y la que denominaremos modelo. La autora es una mujer de unos treinta y tantos, rubia, dedicada a su tarea de fotografiar y grabar en video todo lo que os contaré.

La otra, la modelo, es una mujer de la misma edad aunque aparenta algo menos. Tiene el pelo castaño, con mechas y rizoso, muy trabajado en la peluquería, es de piel muy blanca. Tiene facciones muy agradables y la voz muy clara y limpia.

El otro, el que se folló a la modelo, es un vendedor ambulante, en las fotografías se le ve ofreciendo bisutería la modelo. Luego en otras fotos se ve a la modelo caminando junto con el chico por un camino. En una de esas fotos del camino, la mujer se vuelve y guiña un ojo a la cámara.

Lo que os voy a contar es lo que supongo que pasó. Tras abandonar la verbena, el trío se dirige a una especie de cobertizo donde el joven ofrece a la mujer y ella se prueba diversos collares y colgantes. En un momento determinado, la mujer desnuda el pecho y se queda solo en pantalones y muestra a la cámara un colgante. En otras de las fotografías, la mujer de espalda se deja anudar otro colgante, tiene unos hermosos pechos, de buena forma, amplia areola rosada y apenas pezones. Otra de las fotografías muestra a la mujer ofreciendo sus pechos al hombre que los mira y en la siguiente extiende sus manos para tocarlas. En las que van a continuación, la mujer da la espalda a hombre que le masaje a los pechos y su expresión es la de estar pasando un grato momento. En las sucesivas, la mujer se va desnudando y se abraza al chico al que besa en la boca. La última fotografía de esta tanda es la de la mujer dejándose recostar sobre unos sacos y fue tomada desde la puerta.

El código de tiempo indica que pasaron unos minutos desde esa última fotografía y el inicio del primero de los videos. El este, se ve a la mujer tumbada de espaldas sobre los sacos, con las piernas separadas. El hombre está sobre ella, apoyando casi todo su peso sobre el de ella y los movimientos indican que la está penetrando. La cámara comienza grabando desde la puerta y luego se acerca. La mujer abre lo ojos y ve a su amiga y le sonríe. El chico también la ve y se detiene pero ella le anima a seguir― Sigue cielo, no te pares.

La cámara se sitúa en paralelo a la pareja para tener una mejor visión del coito. El contraste resulta muy fuerte, ella muy blanca y él muy negro, ella abrazando la espalda negra y los brazos del chico abrazándola también. El contraste se acentuaba por la escasa iluminación.

La mujer parecía estar disfrutando mucho, tenía una expresión muy dulce y muy serena. A veces, el zoom de la cámara se centraba en la expresión de placer que se dibujaba en su cara, tenía los ojos cerrados y sonreía delicadamente. En un momento determinado ella comienza a hablar.

― Despacito cariño, házmelo más despacito.

― Te lo hago como que más te guste ―Dijo él con dificultad para manejarse en español.

― Despacio, más despacio, muy adentro, así así, ahhh...

Ella comenzó a moverse bajo el, a culebrear para frotarse contra el cuerpo del chico, a apretarse contra el chico. Jadeaba quedamente, su respiración se aceleraba y también los gemidos que cada vez se percibían mejor, más largos, más fuertes y más intensos.

―Ooooooooooohhhhhhhh ―exclamó ella estremeciéndose― Sigue cielo, sigue, no te pares.

En ese momento se abrió los ojos y se detuvo haciendo detenerse al chico también.

― ¡Quítate el condón!

― ¿Cómo? ―Dijo extrañado el chico.

― Quítate el condón para follarme a pelo.

― ¿Estás segura de eso mira que…? ―Esa era la voz de la mujer que manejaba la cámara y que no llegó a terminar la frase.

― Si, estoy muy segura ―Dijo dirigiendo la mirada a la cámara― Quiero follar a pelo ―Y continuó dirigiéndose al chico― ¡Quítatelo y fóllame sin condón!

El joven sacó el pene, se colocó de rodillas entre los muslos de ella, se quitó el condón que extrañamente dejó cuidadosamente a un lado. El blanco cuerpo de la mujer resplandecía en la penumbra mostrándose decididamente atractiva. Ella estiró los brazos hacia el chico cuando este se inclinaba para metérsela y le atrajo hacia ella. Comenzó a moverse, a bombear y ella le volvió a pedir― Más despacio cariño, más despacio ―Y continuó hablando con voz cargada de placer, deseo y sensualidad.

― Fóllame muy despacito cielo.

― Como pidas tu ―Contestó el chico.

― Muuuuuyyyy despaciooooooooo ―Gimió mientras volvía a retorcerse, esta vez el chico la acompañó en esos movimientos. Ella continuó con sus exclamaciones hablando sin parar.

― Fóllame muy profundo, métela muy adentro cielo… aaaahhhhh.

― ¡Así, así!...

― ¡Ay madre que polvo! ―Gritó ella.

Dejó de sonreír para abrir la boca sin a emitir ningún sonido mientras se estremecía al ritmo de las oleadas del placer que empezaba a sentir.

― ¡Préñame cielo, préñame! ―Dijo ella con toda claridad.

― ¡Ay Díos! ―Dijo y un estremecimiento tensó su cuerpo.

― ¡Fóllame! Fóllame, muy despacio... aaaahhhhhhh.

La expresión de la mujer era de un gran placer, de estar disfrutando extraordinariamente, al chico no se le veía la cara, solo se le oía jadear con cada vez más intensidad.

―¡Qué polvo, qué polvo¿...

Y ya de forma descontrolada comenzó a gimotear, a estremecerse, a boquear, a exclamar a veces cosas ininteligibles y otras expresiones que manifestaban el placer que sentía.

― Préñame cielo, préñame que quiero un hijo tuyo. ―Y continuó―¡Ay Díos! Yo diciendo estas cosas, si me viera mi madre. ―Y riendo apostillo― Y otros que quisieran estar aquí encima de mí follándome.

― Más, más despacio, muy adentro, asíiiii, máaaaaaaassssss…

La voz de él sonó forzada, como ahogada ―Ya no aguanto más, me voy ― Dijo mientras tensaba el cuerpo en el orgasmo.

― Córreteme dentro cielo, muy dentro, déjalo todo dentro, muy adentro, no dejes que nada salga fuera. Quiero que me preñes. ―Y le abrazó con fuerza mientras le besaba repetida y efusivamente en la cara.

― Has estado como un campeón. ―Dijo tomando la cara del chico entre sus manos y besándole delicadamente en la frente y le preguntó― ¿Té ha gustado?

― Mucho.

― Pues tendremos que repetirlo si no me preñas ―Y ante la cara de asombro del chico y de su amiga añadió― Y si me preñas también.

― Estás loca ―Sonó la voz de su amiga.

El chico se retiró y ella se quedó sobre los sacos, su cuerpo completamente desnudo destacaba en la penumbra. Estaba tumbada, con los brazos y muslos extendidos cuando su amiga le propuso grabarle el coño con el semen saliendo de su vagina exclamó con voz firme― No, lo quiero todo dentro ―Y levantó las rodillas juntando los muslos. Y así se quedó, jadeando cansada y recuperando fuerzas.

El chico ya vestido se acercó a la mujer, le tomó un tobillo y le puso una tobillera, luego una pulsera en el brazo derecho, el más alejado de la cámara, también le colocó una cadenita con un colgante entono a la barriga y finalmente le puso un collar con una medalla que le colgaba entre los pechos. Ella le abrazó y le besó ansiosa.

― óllame otra vez cariño mío! ―e indicó al chico que se volviera a desnudar y se colocara sobre los sacos para ponerse ella encima.

El joven asombrado miraba a la amiga de la cámara que les advirtió que no seguiría grabando, y cortó.

En el vídeo que viene a continuación, se oyen los jadeos de ella colocada sobre él, moviendo la cadera arriba y abajo, rotando en círculos, de derecha a izquierda y hablando sin parar

― Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, esto es sí que es follar…

― Menudo polvo me estás echando cariñito.

― Las tetas, acaríciame la tetas.

― ¡¡¡Ayyyyy Díoooooooooooossssssssssss!!! ―Y se tensó.

― Me viene, me viene… Aguanta cielo, aguanta…

― No puedo, no puedo ―Dijo él.

― Córrete dentro, otra vez dentro, todo para mi.

 ―Todo para tu mujer ―Susurró él.

Ella apretó la cadera contra la de él que respondió abrazándola con fuerza con los últimos estremecimientos del orgasmo.

― ¿De verdad tu quiere hijo de mi? ―Le preguntó el mientras le acariciaba la espalda.

― Si cielo, me gustaría mucho tener un hijo de estos polvos.

― Estás loca ―Dijo la amiga― Tú sabrás lo que haces y se volvió a cortar.

Lo siguiente es una foto de la mujer desnuda con los regalos que el chico le había hecho.

Finalmente, otro vídeo, ya en una habitación, muestra la mujer desnuda mostrando esos regalos, lo hace por partes, despacio como en un juego sensual, tumbada en una cama muestra el adorno del tobillo, la cámara abre el plano y muestra la cadena del vientre pasando por el pubis delicadamente depilado excepto un pequeño triangulo de vello muy recortado, justo encima de los labios vaginales. Luego, la cámara enfoca la pulsera de la muñeca izquierda para posarse en el colgante del pecho en el que se detiene mientras ella se recuesta y acaricia sus pechos de forma sensual.

Este era el último de los vídeos de este CD. También hay otros como este, incluso DVDs porque el contenido es más amplio. En los otros vídeos, también similares, la cámara es otra de mejor calidad, una específica de vídeo, y a veces, está oculta, se descubre porque no se mueve y no encuadra del todo bien. Siempre es la misma mujer, cada vez más madura pero más deliciosa. Por las fechas de los ficheros, los vídeos, las fotos, nunca se quedó embarazada, de nadie.

Vistos todos los fichero me entró la duda de que hacer. Si continuar investigando y devolverlos llegando a tener que enfrentarme a ella e incluso arriesgarme a una demanda, o quedarme con ellos y no decir nada a nadie. Decidí lo segundo.

Recupero esta historia, porque hace unos días, estando en una terraza con una buena amiga, se sentaron en la mesa de al lado dos mujeres, no les presté atención hasta que hablaron. Las reconocí entonces, eran las dos mujeres de los vídeos, la que grababa y la modelo. La modelo es más atractiva al natural aunque aquellas ropas no la favorecían especialmente. Disimuladamente presté atención a la conversación y logré sacar lo suficiente para poder identificar a la modelo y enviarle el primero de los discos, el que describo aquí. Debo aclarar que hice copia.

¡Ah! Para despistados, soy una mujer heterosexual. Quizás de haber sido hombre o lesbiana se los hubiera devuelto en mano.

C.G.

Otro relato ...




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