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La Página de Bedri
Aceite de oliva
Variedades del olivo

El cultivo del olivo tiene su origen en Oriente Medio hace más de 5.000 años, difundiéndose hacía Occidente a lo largo de la cuenca del Mediterráneo. A partir de los acebuches, árboles salvajes y espontáneos, los primeros cultivadores de la Península Ibérica fueron eligiendo los árboles que presentaban características más idóneas según las zonas y en función de la productividad, adaptación del terreno, rendimiento, etc. De esta forma, los olivos de la península ibérica son en la actualidad árboles duros y resistentes a condiciones climáticas y orográficas muy diversas, y conviven con otros cultivos autóctonos como la vid, el almendro o la higuera.

España disfruta de una sorprendente diversidad de climas y microclimas, producto de una compleja orografía, junto a una gran variedad y riqueza de suelos. Estas condiciones geográficas, unidas al gran número de variedades de aceituna empleadas en la elaboración de nuestros aceites de oliva, permite ofrecer una amplia gama y diversidad de aromas y sabores sin equiparación en ningún otro país productor. De esta forma encontramos aceites de sabor muy dulce y suave, junto a otros de gran cuerpo y carácter con un agradable sabor amargo o picante de diferentes intensidades. Los aceites españoles tienen en general un aroma afrutado intenso que recuerda a la aceituna verde o madura.

En España se cultivan alrededor de 262 variedades de olivos, aunque sólo unas 24 se utilizan regularmente en la producción de aceites. Las 262 variedades se hallan a su vez agrupadas en 4 categorías: principal, secundaria, dispersa y local. Los nombres se asocian normalmente con características diversas, como el nombre del árbol, forma de la hoja, área de producción.

De todas las variedades producidas, las más importantes y representativas son: Picual, Hojiblanca, Lechín de Sevilla, Picudo, Arbequina, Cornicabra, Verdial y Empeltre.

El restante 25% de la producción española se distribuye entre diversas áreas de la cuenca mediterránea, con variaciones en el clima y suelo que dan a los aceites producidos en esta zona características particulares.

Existen numerosas variedades locales y muy antiguas que se han sido trasladadas a distintos ámbitos geográficos. Pueden clasificarse en dos grupos: variedades de mesa y variedades para aceite.

El elevado número de variedades de olivo o aceituna es debido a modificaciones del genotipo, a causa de distintos tipos de mutaciones, o por oscilación de los caracteres varietales, a causa de condiciones ambientales.

Entre las principales variedades de mesa destacan:

En España, las variedades más utilizadas para la obtención de aceite de oliva son:

Variedades más importantes de olivos y aceitunas